La Hermandad del Huerto presentó la tarde de este jueves, durante el segundo día de Triduo a sus titulares, en Santa Cecilia, las imágenes de los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, que completarán el paso de misterio del Señor, y que se podrán ver este próximo Lunes Santo en Ronda.
Las imágenes fueron encargadas al escultor Manuel Madroñal Isorna, que ya se encargó los últimos años de restaurar tanto al propio Señor Orando en el Huerto como al Ángel, con un extraordinario resultado: “Son impresionantes, magníficas, espectaculares. A la mucha gente que acudió al triduo este jueves les gustaron mucho estas nuevas imágenes”, declaró José Luis Gamarro, el hermano mayor del Huerto.
El imaginero, natural de Sevilla (donde nació en 1981), afirma que sintió desde joven la vocación de ser escultor. Dicen de él que pintaba y pintaba y no dejó en sus primeros años de modelar plastilina de forma incansable, hasta que con apenas nueve años entró en contacto con el barro. Ingresó en la Escuela de Arte de Sevilla con apenas 14 años, para especializarse en Artes aplicadas a la talla; al final, acabó teniendo como maestra a la tallista Lourdes Hernández, con la que aprendió hasta que se independizó, montando un taller desde el que puso en práctica su escultura, que los expertos definen como un barroco realista, natural y expresivo, con un claro gusto por la escultura granadina.
Suya es la imagen del patrón de Ronda, San Cristóbal, que encargó la Asociación Parroquial. Y, fuera de Ronda, suyas son las imágenes de hermandades como la de la Sangre de Chinchilla de Montearagón (Albacete), para la que esculpió parte del misterio de la Flagelación; también la borriquita de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Manzanilla (Huelva). Esculpió el Jesús de la Pasión de Albox; o un Simón de Cirine o un romano que se puede ver en Salamanca, entre otras muchas obras.
El Huerto lucirá este año esta novedad, entre algunos otros estrenos, como una peana para la Virgen confeccionada en los talleres de Cristóbal Martos; los encargos se realizaron antes del fuego que calcinó la Casa de Hermandad y muchos de los enseres de esta querida cofradía rondeña.