La mochila estaba situada en la planta 0 del módulo, que fue desalojado y acordonado quince minutos antes de que los agentes procedieran a la detonación.
Fuentes de las fuerzas de seguridad informaron a Efe de que la mochila “no contenía explosivos”, una vez analizados los restos.
Una vez concluida esta operación de control, se reabrió el módulo sobre las 13.20 horas para que los ciudadanos pudieran acceder al aparcamiento.
En este mismo aparcamiento fue donde ETA hizo estallar una furgoneta-bomba el 30 de diciembre de 2006, que causó la muerte de dos ciudadanos ecuatorianos y que supuso el final de la tregua que mantenía entonces.
La mochila se encontraba debajo de un vehículo marca Mercedes que estaba estacionado en la plaza número 614 de la planta 0, según informaron a Efe fuentes aeroportuarias.
Uno de los perros de la Policía fue el que levantó la sospecha al quedarse sentado junto a la bolsa, lo que llevó a acordonar la zona e impedir el tránsito de personas.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró de prensa que se trata de una “falsa alarma”.
La acción llevada a cabo por las fuerzas de seguridad tiene lugar después de que el propio Rubalcaba alertara el pasado 28 de diciembre de que ETA planeaba un atentado de gran envergadura, coincidiendo con el comienzo de la presidencia española de la UE.
Esta amenaza llevó a Interior a activar el nivel 2 de alerta antiterrorista, que implica un riesgo “probable” de atentado.