El responsable de la empresa pública fue tajante al afirmar que el futuro establecimiento se encontrará “plenamente operativo” en 2012, cuando “todo el mundo mirará a esta ciudad”. Según dijo, este reto se ha convertido para el ente que dirige en una “prioridad absoluta”. Un compromiso que no se antoja baladí; menos aun en estos tiempos de crisis y considerando el retraso de otras actuaciones de calado que no llegarán a esa fecha mágica, como la construcción del Hotel Valcárcel.
Eso sí, Martínez dejó claro que para que “todo salga perfecto” será necesario poner el turbo, dado lo “ajustado” de los plazos. Con todo, se mostró convencido de conseguir el propósito trazado. Para ello, Paradores espera disponer de la colaboración de dos aliados fundamentales. Por un lado, el Ayuntamiento gaditano, cuya ayuda se perfila clave en lo relativo a evitar retrasos en determinados trámites burocráticos. Por otro, el presidente se aferra a una planificación “muy realista y exigente” que, según sostuvo, van a respetar “a rajatabla”.
De este modo, el cierre al público del edificio se producirá el próximo 31 de octubre. A partir de ese momento, se procederá a su desalojo y, en enero, empezarán los trabajos de demolición, que se prolongarán entre dos y tres meses. El calendario acordado señala que en junio arrancará ya la ejecución del nuevo inmueble y que las obras durarán en torno a unos 18 meses. La conclusión se estima, por tanto, para finales de 2011, si bien la apertura del complejo hotelero no se celebrará hasta principios de 2012, una vez culminada la decoración y acometido los últimos retoques.
Características
El fruto de esta operación se materializará en una instalación hotelera“funcional, moderna, dotada de las últimas tecnologías y de los mayores avances en confort”.
El edificio resultante contará con cuatro plantas y 124 habitaciones. Entre otras prestaciones, destacan también sus más de 1.000 metros cuadrados de salones, así como otros 1.200 metros cuadrados de jardín exterior, un restaurante con vistas a la Bahía y al paseo marítimo, tres cafeterías, una galería para exposiciones y actividades culturales y “la mayor cocina de toda la red de Paradores”.
Otra de las novedades principales del proyecto --cuya autoría corresponde al arquitecto gallego Luis Collarte-- estribará en la creación de una piscina elevada, de 250 metros cuadrados de superficie, que se situará sobre la cubierta de la planta baja.
Pero el Hotel Atlántico también se erigirá en todo un referente de la sostenibilidad medioambiental y la accesibilidad, al utilizar energías limpias y renovables, carecer de barreras arquitectónicas e incluir todo tipo de facilidades para personas con discapacidad.
"De primer nivel internacional"
“La mecánica será la habitual de todos nuestros paradores”. De esta forma resumía ayer Miguel Martínez el futuro que le espera a la plantilla de Cádiz mientras duren las obras del nuevo equipamiento. Según explicó el responsable del ente, se aplicará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que previamente ha sido negociado con el comité. En este tiempo, todos los trabajadores recibirán el paro y, además, la empresa les aportará “el complemento correspondiente hasta cubrir el 100% de su sueldo”. No obstante, quien lo desee podrá trasladarse también durante estos dos años a alguno de los establecimientos que la cadena pública tiene repartidos por todo el país. De momento, un empleado de Cádiz ya se ha acogido a esta opción, según confirmó ayer Martínez.
El presidente recordó el cariño que el personal de Paradores le profesa al Hotel Atlántico. Un inmueble que calificó de “rentable” y que “ha cumplido sobradamente con los objetivos marcados cuando se construyó”, aseveró.
Sin embargo, recalcó que el edificio en cuestión ya no responde a las necesidades actuales ni tampoco a los servicios que demandan los viajeros de la sociedad del siglo XXI. Por todo ello justificó una actuación que, según indicó, permitirá la construcción de un complejo hotelero de “primerísimo nivel nacional e internacional, como merece una ciudad tan acogedora y hermosa como Cádiz”, concluyó.
