“Creo que todavía hay una salida pero no la veo cerca”, expresó Zelaya a la radio HRN, en comunicación telefónica desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el 21 de septiembre pasado.
Zelaya afirmó que el régimen de facto de Micheletti está empecinado “en llevar a este país a un precipicio” y que “no les importa en ese afán que tienen”.
Agregó que al no ser restituido como presidente de Honduras, el proceso en marcha para las elecciones generales del 29 de noviembre próximo “va a ser sumamente convulsionado”, y que “la gente no acepta ir bajo un régimen dictatorial a unas elecciones porque es un fraude”.
“Van a engañar a la gente, van a poner otro presidente y después lo va volver a quitar Micheletti con Romeo Vásquez”, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
“Eso es inaceptable, así es que la restitución es la única salida”, reiteró Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio pasado y enviado a Costa Rica.
Zelaya habló de su restitución en el poder minutos después de que Micheletti convocó al diálogo sobre la crisis política del país que se instalará en presencia de la misión de cancilleres de países miembros de la OEA.
“Yo soy una solución, yo no soy un problema, yo soy una solución para el pueblo y soy una solución para los mismos dictadores, enfatizó Zelaya.