El hombre de 29 años acusado de apuñalar en agosto de 2017 a la que fuera su novia, que entonces tenía 14, ha reconocido este jueves ante la Audiencia de Granada que, tras saber que quería cortar la relación, la obligó a entrar en una vivienda en construcción de esta ciudad y le asestó múltiples puñaladas hasta que se "desvaneció" y la creyó muerta.
Posteriormente la abandonó en este lugar, una casa en obras en el barrio del Cerrillo de Maracena donde fue encontrada a la mañana siguiente por unos vecinos. La joven, que ahora tiene 16 años, logró salir con vida de este episodio y este jueves ha declarado como testigo en una habitación aparte de la sala de vistas donde se está celebrando el juicio contra su expareja, para el que la Fiscalía pidió inicialmente 54 años y medio de prisión.
El acusado, que en el momento de los hechos tenía 27 años, ha reconocido a preguntas de la fiscal que contactó por primera vez con la joven a través de Facebook con el objetivo de mantener relaciones sexuales. Sabía que ella tenía 14 y le mintió sobre su edad. Primero le dijo que tenía 17 años y después, 20. En estos contactos consiguió que le mandara fotos de contenido erótico y acabaron por conocerse e iniciar una relación sentimental en el transcurso de la cual mantuvieron relaciones sexuales "completas" y "consentidas".
Según el relato del propio acusado, la madre de la adolescente les sorprendió en una ocasión en la vivienda de ella durante uno de sus encuentros sexuales y le denunció, tras lo que le fue impuesta una orden de alejamiento respecto a la joven que quebrantó, en tanto que siguieron viéndose y comunicándose.
Ha reconocido ante la Sala que es "celoso" y que él sí quería continuar con la relación, por lo que cuando ella le dijo "que no", la obligó a entrar en la vivienda en construcción donde ocurrieron los hechos y allí comenzó a asestarle puñaladas con una navaja de ocho centímetros de hoja. Ha dicho que su intención era "darle un susto", si bien fue consciente de que podía matarla.
"ME RAJÓ EL PANTALÓN"
En una sala aparte y cogida de la mano de su madre, la menor ha confirmado durante su declaración este mismo relato de los hechos y que quería dejar la relación. Ha precisado que en la vivienda él le acusó de haber estado con otro hombre y le dijo que "lo iba a averiguar", tras lo que le rajó el pantalón y le asestó múltiples puñaladas hasta que se desvaneció.
Logró mantenerse con vida más de diez horas tras la agresión hasta que, sobre las ocho de la mañana, fue localizada por un vecino. Según su defensa, fue un aspirante a Policía que en ese momento se estaba sacando las oposiciones y que decidió entrar a socorrerla antes de que llegaran los servicios de emergencia y los cuerpos de seguridad. Actualmente este hombre ya forma parte del cuerpo.
El juicio continuará este viernes con las periciales, después de que las partes hayan renunciado al resto de testigos previstos para hoy al haber llegado a un acuerdo tácito por el que el acusado ha reconocido los hechos que se le imputan y se le rebajará previsiblemente la pena a un total de 39 años y medio de prisión por, entre otros, un delito de tentativa de asesinato.
La Fiscalía pidió inicialmente para él 54 años y medio y la acusación particular, que ejerce la madre de la joven representada por el bufete jurídico de HispaColex bajo la dirección letrada de Javier López García de la Serrana, lo elevó a 77 años, con una indemnización de 836.444 euros por lesiones, secuelas y daño moral.