Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas en Madrid y en Tarrassa (Barcelona) por difundir vídeos de carácter sexual en páginas pornográficas sin el consentimiento de sus protagonistas, según ha informado el Ministerio del Interior.
Los arrestados contaban con perfiles donde, presuntamente, difundían las secuencias y que les generaban unos beneficios económicos de unos 2.000 euros mensuales, acumulando uno de ellos 57 vídeos que aglutinaban unas 85.000 visitas diarias.
Las secuencias eran obtenidas durante conversaciones en plataformas de vídeochat aleatorio, por lo que los investigadores estiman la existencia de centenares de víctimas que no han denunciado los hechos al desconocer la grabación y publicación de los vídeos íntimos.
La investigación comenzó como consecuencia de las continuas labores de ciberpatrullaje realizadas por agentes especializados en la lucha contra la ciberdelincuencia. Los policías detectaron un nuevo fenómeno de difusión no consentida de vídeos íntimos obtenidos a través de plataformas de vídeochat aleatorio.
Una vez obtenidos, los vídeos eran publicados sin el conocimiento ni consentimiento de sus protagonistas en conocidos portales de contenido pornográfico. Tras conocer los hechos, los agentes centraron la investigación en localizar a los presuntos autores y, además, en identificar a las víctimas que desconocían que esos vídeos íntimos fueron grabados y subidos en conocidas páginas web de contenido pornográfico.
Los agentes lograron identificar y detener a los dos presuntos autores en Madrid y Tarrasa (Barcelona), estando ambos en posesión de gran cantidad de vídeos de numerosas víctimas. El varón detenido en Madrid contaba además con pornografía infantil en sus dispositivos y, entre sus numerosas víctimas, se encontraba su actual pareja que desconocía que los vídeos de carácter íntimo que grababa eran finalmente publicados en páginas web de pornografía.
Uno de los arrestados acumulaba 57 vídeos en su perfil que aglutinaban unas 85.000 visitas diarias, lo que le generaba un beneficio económico de unos 2.000 euros mensuales en concepto de publicidad.
Algunas de las víctimas han sido identificadas y, entre ellas, se encuentra una menor de edad que fue alertada de la existencia de estos contenidos al ser identificada por un conocido.