La Comisión Europea propondrá una nueva extensión, de hasta seis meses, del rescate griego para evitar problemas de liquidez entre el 28 de febrero -cuando vence la última ayuda del programa europeo- y que se negocie un nuevo crédito con el futuro Gobierno heleno, indicó a Efe un alto cargo comunitario.
Bruselas quiere así tranquilizar a los mercados y cubrir a la banca griega a partir de marzo.
La CE es consciente de la imposibilidad de que entre las elecciones anticipadas del próximo día 25 y el 28 de febrero se haya acordado un nuevo Gobierno de coalición.
Los ministros de Finanzas y de Economía de la eurozona, reunidos en el Eurogrupo el pasado 8 de diciembre, ya prorrogaron el rescate hasta finales del próximo mes, a fin de permitir a Atenas cerrar la quinta revisión del programa y no perder así el último desembolso europeo de 1.800 millones de euros.
En paralelo también extendió por el mismo periodo la disponibilidad de los bonos por valor de 10.900 millones de euros del fondo temporal de rescate de la zona del euro en la reserva del Fondo de Estabilidad Financiera del Estado Helénico, utilizada para recapitalizar a la banca del país.
Pero el calendario que sirvió de base a la decisión se ha trastocado con la convocatoria de elecciones para el próximo día 25 y exige a los socios de la eurozona revisar los planes para Grecia.
La idea inicial era que Atenas solicitara, al acabarse la parte europea del rescate, una línea de crédito con condiciones reforzadas por parte del fondo permanente de rescate de la zona del euro, para poder disponer de una red de seguridad financiera.
La apuesta actual de la CE es que, sea cual sea el nuevo escenario político en Grecia tras los comicios, haya una prorroga de la ayuda actual hasta que el Eurogrupo dé luz verde a un nuevo rescate "suave" con condiciones menos duras para Atenas en comparación con los dos programas completos de apoyo a Grecia, señaló un cargo de alto rango.
En opinión de Raoul Ruparel, del centro de estudios Open Europe, desde un punto de vista puramente práctico tendría sentido una nueva prórroga, ya que reduciría la incertidumbre al dejar más tiempo para negociar con la eurozona, pero si se debate ahora, antes de las elecciones, ello podría impulsar el voto a favor de Syriza.
Y es precisamente lo que ha querido evitar el actual primer ministro, Andonis Samarás, quien promete que salvará la estabilidad política de Grecia.
El Eurogrupo se reunirá un día después de las elecciones, pero es poco probable que pueda tomar ya el día 26 alguna decisión.
El plazo de seis meses es el que la CE originariamente propuso a Grecia para la primera extensión del rescate, un periodo de medio año que Samarás rechazó en diciembre, según la misma fuente.
El alto cargo comunitario señaló además que el Ejecutivo Comunitario, dirigido por Jean-Claude Juncker, prefiere mantener un "perfil bajo" sobre el posible resultado electoral griego para "no interferir" en la campaña electoral.
Consideró "exageradas" las especulaciones sobre una eventual salida del euro o "Grexit" en caso de que el izquierdista Syriza gane finalmente los comicios, como señala el propio Samarás y han fomentado algunas capitales, como Berlín.
Mientras, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, no se cansa de repetir que en caso de una victoria de la izquierda, el país seguirá en el euro y negociará con sus socios.
A propósito de la figura de este político heleno, la fuente apuntó que se trata de una persona vista en el Ejecutivo comunitario como "razonable" y que ya está "cambiando" algunas de sus posturas.
Del vocabulario de Tsipras han desaparecido exigencias más radicales de 2012 cuando quería abolir el memorando de entendimiento y decretar una moratoria del pago de la deuda y sus intereses.
Actualmente habla de una negociación sobre "una base realista" con los acreedores, de una quita sustancial de la deuda nominal "pero sin dañar a la ciudadanía europea sino en el marco de las instituciones europeas".
En el cálculo de la CE para proponer una extensión del actual rescate más allá de febrero influye también que el Banco Central Europeo (BCE) haya dicho que no está dispuesto a dar acceso a liquidez a los bancos helenos más allá de finales de febrero si Atenas no finaliza la actual revisión con la tríada de acreedores internacionales y alcanza un acuerdo para un crédito posterior.