Esta decisión, que no excluye la posibilidad de que se le volviera a encargar la formación de un nuevo Gobierno, se recoge en un comunicado de la Presidencia de la República italiana, en el que se informa del contenido de la reunión celebrada este martes entre Napolitano y Berlusconi, después de que el primer ministro perdiera la mayoría absoluta en una votación en el Cámara de Diputados.
Según el comunicado, Berlusconi ha expresado una "gran preocupación por la urgente necesidad de dar respuestas puntuales a las expectativas de los socios europeos con la aprobación de los presupuestos de 2012, oportunamente enmendados siguiendo la contribución más reciente con observaciones y propuestas de la Comisión Europea".
"Una vez cumplido ese trámite, el presidente del Gobierno pondrá su cargo a disposición del jefe del Estado, que procederá a las consultas habituales (para formar un nuevo Gobierno) dando máxima atención a las posiciones y propuestas de cada fuerza política, ya sea de la mayoría parlamentaria que salió de las elecciones de 2008 como de la oposición", añade.
El Ejecutivo de Berlusconi tiene por delante la ratificación en el Parlamento de una enmienda a los presupuestos de 2012 que hace una semana aprobó el Consejo de Ministros.
En esa "maxienmienda", cuyo contenido específico aún se desconoce, figuran las primeras exigencias hechas por la UE a Berlusconi para garantizar la estabilidad financiera del país, que tiene una deuda pública del 120 % de su PIB.
Está previsto que mañana el Ejecutivo presente en el Senado la "maxienmienda" a los presupuestos de 2012, que, siguiendo su curso habitual, pueden ser votados por el pleno de la Cámara alta ya la próxima semana.
Posteriormente, los presupuestos deberán pasar por la Cámara de los Diputados (baja) para su aprobación definitiva, que el primer ministro había calculado que se produciría con un procedimiento habitual a mediados de diciembre.
En la nota, la Presidencia de la República explica que Berlusconi es consciente de las "implicaciones" del resultado del voto de hoy en la Cámara baja, donde consiguió aprobar las cuentas del Estado de 2010 con 308 votos a su favor (hubo 321 diputados que no participaron en la votación), gracias a que la oposición decidió no votar.
Una vez que el primer ministro ponga su cargo a disposición de Napolitano se abre el periodo de crisis de Gobierno y el presidente de la República comenzará las consultas para ver si se puede formar un nuevo Ejecutivo, con o sin Berlusconi, y, en el caso contrario, convocar elecciones anticipadas