Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a diez años de prisión por abusar sexualmente de la hija menor de su pareja, de 11 años, más de veinte veces cuando la madre y su hermano se ausentaban del domicilio familiar.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, se explica que el procesado, cuando se enteró de que iba a ser denunciado, abandonó el domicilio y su puesto de trabajo y permaneció escondido en una chabola cercana al Castillo de Gibralfaro, en Málaga capital, hasta ser localizado y detenido el 14 de enero de 2021.
En los hechos probados se indica que la menor consintió dichas prácticas "a causa del ascendiente que el acusado ejercía sobre ella y también porque sentía vergüenza y temía que él pudiera adoptar alguna iniciativa perjudicial para ella o su familia".
El procesado, de 34 años y natural de Caaguazu (Paraguay), ha sido condenado por un delito de abusos sexuales y se le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante diez años y mantener cualquier tipo de comunicación, según la sentencia.
El Tribunal también lo condena a indemnizar a la víctima con 25.000 euros por los daños morales causados y a ocho años de libertad vigilada posterior a la ejecución de la pena de prisión.
El acusado mantuvo desde mediados de 2019 y aproximadamente durante un año y medio una relación de pareja con la madre de la víctima y estuvieron conviviendo en la localidad malagueña de Torrox con los dos hijos menores de ella.
El Tribunal considera probado que el procesado experimentó una "atracción sexual" hacia la menor y para satisfacer ese impulso la sometía a tocamientos cuando la madre estaba dormida.
Más adelante, en noviembre de 2020, en al menos veinte ocasiones aprovechó para mantener relaciones sexuales con la menor cuando no estaba la madre ni el hermano.
La menor guardó silencio hasta noviembre de 2020 cuando decidió hablar con su madre, momento en que el acusado se fugó al enterarse que iba a ser denunciado.