La Guardia Civil de Alicante detuvo en Vejer a seis personas, tres hombres y tres mujeres, como presuntos autores de multitud de delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, pertenencia a grupo criminal y falsificación de documentos. Unos delitos que habrían sido cometidos a lo largo de toda la geografía nacional y de otros países europeos.
Se trata de tres hombres de entre 36 y 51 años y tres mujeres de entre 20 y 49 años, todos ellos de nacionalidad Bosnia que tras pasar a disposición judicial quedaron en libertad con cargos.
La investigación se inició el pasado 1 de marzo tras un de sustracción de un cajero automático ATM instalado en la vía pública en la localidad alicantina de Orihuela Costa, para lo cual se usó un camión grúa y dos vehículos sustraídos. En ese momento el Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Policía Judicial de Alicante inició las investigaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos en la que denominaron Operación Pobegai.
El trabajo policial sobre estas personas llevó a determinar que formaban parte de un clan proveniente de centro Europa, muy conocido por distintas fuerzas y cuerpos de seguridad europeas debido a su multitud de antecedentes policiales.
Durante el tiempo que han durado las investigaciones, los tres hombres detenidos intervinieron presuntamente en seis robos de cajeros automáticos, siete vehículos y siete camiones grúa que utilizaban para atacar los cajeros y que luego abandonaban, todo ello en las provincias de Alicante, Valencia y Murcia.
Habitualmente se desplazaban en conjunto por toda España viajando en caravanas y asentándose en zonas de acampadas de la costa frecuentadas por turistas para pasar desapercibidos. Una vez asentaban su base, salían todos los días por parejas y distribuyéndose zonas con el fin de perpetrar robos para obtener dinero en efectivo o efectos para vender en el mercado negro. La mayoría de los robos los cometían en el interior de vehículos y auto caravanas de turistas.
Así, la Guardia Civil les considera presuntos autores la sustracción de gran cantidad de material técnico a dos operadoras de televisión en la provincia de Cádiz.
Durante las investigaciones los detenidos estuvieron asentados temporalmente en las Comunidades Autónomas de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, lugares en los que cometieron gran cantidad de hechos delictivos, imputándoseles hasta el momento un total de treinta y siete robos y dos tentativas de robo, si bien la cantidad se estima que puede ser bastante mayor dada la intensa actividad delictiva manifestada por el grupo.
La gran movilidad geográfica y las serias medidas de seguridad que utilizaban los componentes del grupo criminal para evitar su localización y su investigación por parte de las autoridades policiales, hicieron que las complicadas investigaciones se alargaran varios meses hasta que, finalmente, se detectó su presencia en la localidad de Vejer de la Frontera, donde se produjeron las detenciones.