Recientemente, el alcalde y delegado municipal de Deportes, Francisco Manuel Flor Lara, ha anunciado nuevas inversiones y mejoras para la piscina y el gimnasio municipal. En concreto, ha señalado que se instalarán tornos para controlar el acceso a la piscina y una nueva deshumectadora, un instrumento que serviría para eliminar humedad, mejorar la sensación térmica y favorecer el ahorro energético. El coste es de 140.000 euros y será sufragado por una subvención de la Diputación Provincial.
En cuanto al gimnasio municipal, Manuel Flor aseguraba “estar coordinando nuevas inversiones, sobre todo en mantenimiento de la maquinaria y pintado y acondicionamiento general de las instalaciones”.
La realidad es que estas dos instalaciones municipales, que cuentan con un gran número de usuarios e incluso largas listas de espera en el caso de la piscina municipal, presentan serias deficiencias, como muchos de ellos denuncian.
En la piscina municipal, a la falta de monitores durante el último mes debido a una baja por enfermedad sin cubrir que ha dejado mermado al personal durante varias semanas, se unen problemas técnicos de los acumuladores de la piscina que producen el corte de suministro de agua caliente en las duchas y aseos. Un inconveniente que se ha registrado hasta en dos ocasiones en este mes de enero y que ha provocado un perjuicio a los usuarios, algunos de los cuales no han podido hacer uso de las duchas tras su clase.
También se quejan los padres de los niños y niñas que acuden a sus clares durante la tarde de falta de personal de limpieza en este horario, además de la reducción de los monitores.
Unos problemas que se unen a otros puntuales que obligan a suspender la actividad durante días sueltos con bastante frecuencia.
En cuanto al gimnasio, es la falta de mantenimiento y los desperfectos en la maquinaria la principal fuente de queja entre los deportistas.