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La Comunitat Valenciana pasa de tres sedes en el Mundial 82 a ninguna en 2030

A pesar de ser una de las comunidades con mayor población, cuya capital es la tercera provincia de España, el gran evento futbolístico pasará de largo

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  • El Nou Mestalla, en obras. -

La Comunitat Valenciana pasará de contar con tres sedes oficiales en el Mundial celebrado en España, en 1982, a no contar con ninguna en 2030, fecha en la que volverá a acoger el Campeonato del Mundo junto a Portugal y Marruecos.

A pesar de ser una de las comunidades con mayor población, cuya capital es la tercera provincia de España, el gran evento futbolístico pasará de largo por problemas burocráticos, en el caso de Valencia, por no disponer del aforo mínimo, como sucede en Elche, y por estar deteriorado y lejos de la capacidad mínima en el caso de Alicante.

En 1992, la región estuvo presente en la cita futbolística en las ciudades de Valencia, Alicante y Elche, las tres con mayor población de la Comunitat Valenciana, que tuvieron, además, un importante peso en el torneo.

El estadio de Mestalla fue uno de los grandes polos de atracción al ser la sede de los partidos de la selección española, anfitriona.

Así, la selección jugó en el campo de Mestalla los tres partidos de la fase de grupos del Mundial 82 con un empate ante Honduras (1-1), una victoria ante Yugoslavia (2-1) y una derrota contra Irlanda del Norte (0-1), unos resultados que le permitieron pasar a la siguiente fase.

El Rico Pérez acogió los encuentros de la entonces vigente campeona del Mundo, Argentina, mientras que el Martínez Valero fue escenario de la que aún hoy día es la mayor goleada en la historia del evento con el Hungría-El Salvador (10-1).

El estadio alicantino, además, fue premiado con el partido por el tercer y cuarto puesto entre Francia y Polonia al haber acogido uno menos de la fase de grupos tras disputar Argentina el encuentro inaugural ante Bélgica en Barcelona.

La cita mundialista obligó a los tres estadios a modernizarse y a mejorar sus infraestructuras de forma notable.

El Rico Pérez fue sometido a una notable ampliación para aumentar su aforo, que se disparó hasta los 32.000 espectadores, provocando una deuda en la economía del Hércules, propietario de la instalación en aquel entonces, que marcaría posteriormente el futuro de la entidad.

La presencia del Mundial no repercutió sólo en las tres ciudades sedes, ya que muchas poblaciones vecinas se vieron beneficiadas por el impacto económico que generó el torneo a nivel turístico.

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