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Torremolinos

El arquitecto Antonio Lamela, Medalla de Honor de Torremolinos

El Ayuntamiento de Torremolinos celebra un pleno especial con motivo del Día de la Autonomía

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  • El Ayuntamiento de Torremolinos celebra un pleno especial con motivo del Día de la Autonomía

Tras una semana en la que se ha conmemorado la figura del famoso arquitecto Antonio Lamela con numerosas actividades, hoy se le ha otorgado, a título póstumo, la Medalla de Honor de Torremolinos, coincidiendo con el Día de la Autonomía del Municipio, en un pleno especial que se celebró en el Ayuntamiento y que comenzó con una sinfonía tocada a violín. Autor de proyectos tan emblemáticos como el desaparecido Hotel Meliá Tres Carabelas (luego Hotel Meliá Torremolinos) y las urbanizaciones La Nogalera y Playamar, la obra de Lamela situó a Torremolinos en la cúspide del “vanguardismo y la modernidad” turística en los años 60.

El galardón ha sido recogido por su hijo, también arquitecto y presidente ejecutivo del Estudio Lamela, Carlos Lamela, quién ha expresado el agradecimiento por la “amistad, el cariño y el reconocimiento” a la figura de su padre por parte del Consistorio y en especial por la concesión de la Medalla de Honor de la Ciudad que recibió “con enorme ilusión y orgullo”. “No es una medalla exclusivamente en su nombre, sino a toda una generación de arquitectos y de profesionales excepcional que supieron en unos tiempos muy difíciles de una España muy pobre supieron estar a la altura de las circunstancias y poner todo su empeño por mejorar la vida de sus conciudadanos”, ha dicho.

Ha sido el alcalde de Torremolinos, Jose Ortiz, quién ha entregado la medalla y se ha referido a Lamela como un “ícono de la arquitectura nacional y sobre todo de la costa”, y “parte intrínseca de la historia, crecimiento, evolución hacia la modernidad de un pueblo que se reinventó de la mano del turismo”.

“La obra, el legado de Antonio Lamela, está inserto en el ADN no solo del urbanismo de esta ciudad, también en el terreno de las oportunidades turísticas que llegaron a Torremolinos de su mano. Él nos situó en un puesto privilegiado de una incipiente Costa del Sol que no podría ser entendida sin Torremolinos, lugar que le sedujo y fue testigo de su creatividad”, ha añadido.

Innovación

Tras repasar la vida, formación y desarrollo profesional del arquitecto, Carlos Lamela ha reconocido en su padre un continuo “ansia de modernidad” que dominó su vida personal y profesional, innovaciones que en algunos casos importó a la arquitectura en España tras sus continuas visitas al extranjero y en otros casos creó personalmente. A este respecto, se ha referido a los distintos proyectos ejecutados en Madrid en su etapa inicial, entre ellos la construcción de primer edificio de oficinas en España.

Su incursión en la arquitectura turística a comienzos de los 60 en Palma de Mallorca y en paralelo en la Costa del Sol “puso a España en la órbita de la arquitectura moderna”. En el caso de la Costa del Sol, Carlos Lamela ha señalado el estrecho vínculo profesional y personal que mantuvo su padre con la Costa del Sol, y especialmente con Torremolinos.

Lamela ha defendido que “aún se está a tiempo de conservar el patrimonio arquitectónico que tenemos, el poso cultural de la arquitectura turística” de la que Torremolinos y la Costa del Sol fueron espacios aventajados a partir de la obra de su padre.

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