Para llegar a ser un profesional del póquer, hay muchos factores que deben tenerse en cuenta. Uno de los más importantes es la fuerza mental del susodicho, así como su habilidad para saber leer jugadas, su capacidad de concentración y su destreza a la hora de crear estrategias. Todas esas cualidades las encontramos en los jugadores españoles que más destacan en la actualidad en los circuitos internacionales, como Adrián Mateos, Raúl Mestre, Sergio Aido o Leo Margets.
Es igualmente innegable que en España su popularidad ha ido creciendo en los últimos años gracias precisamente a figuras del póquer como las anteriormente mencionadas. El éxito también es debido a la clara apuesta de los casinos físicos y a la presencia en crecimiento de plataformas en línea.
¿Pero qué le pasa por la cabeza a un profesional del juego? Te lo contamos.
Paso previo: la preparación
Para entender los
procesos mentales y de relación de ideas que pasan por la cabeza de los jugadores de póquer mientras juegan hay que tener en cuenta primero todo el trabajo de preparación que conlleva cada partida. De la misma forma que los futbolistas no saltan al campo sin haber entrenado primero, estudiado el equipo rival y pactado una estrategia, cualquier profesional de este juego de naipes debe saber con quién se enfrenta y elaborar un plan para poder batirlos.
Eso se consigue dedicando muchas horas al estudio de posibles ataques y contraataques, de combinaciones de naipes ganadoras y de tácticas usadas anteriormente por los mismos contrincantes. Leer todo tipo de manual o
reglas sobre póquer y ver partidas de los mejores jugadores de la historia son dos pequeños trucos que, en cambio, pueden marcar la diferencia. La práctica también le ayudará al jugador a ganar agilidad y a anticiparse a las jugadas del otro.
El jugador de póquer, el mejor estratega
Durante una partida de póquer, hay muchas cosas que pueden ir mal. El primer paso para convertirse en un
crack es reconocer que hay en el mundo muchos otros jugadores con un nivel superior al nuestro. Esta humildad te ayudará a tener la motivación necesaria para poder seguir superándote a ti mismo y mejorar. También te ayudará en la fase preparatoria que comentábamos anteriormente y a crear una estrategia que te convierta en imbatible.
Un
pequeño error puede ser fatal y descalificar a un jugador de un torneo. Una estrategia puede ser intentar hacerle creer a los contrincantes que se tienen peores cartas. Hacerlo con gestos de nerviosismo y frustración no resultará demasiado convincente, pero ser algo más sutil y hacerlo con malas combinaciones de naipes quizás sí. Hay que intentar también, siempre que se pueda, meter presión a los rivales, para que sean así ellos quienes puedan cometer esa equivocación decisiva.
Control emocional antes, durante y después
Hay quien atribuye el devenir de una partida de póquer a la suerte. Aunque ciertamente el azar puede ponerle las cosas más fáciles a un jugador que a otro, la realidad es que lo que realmente diferencia a los astros de este juego de apuestas es la posesión de ciertas habilidades clave. Una de las más importantes es la gestión de los sentimientos. Tan imprescindible es la disciplina para preparar jugadas y analizar rivales como para canalizar cualquier tipo de emoción.
Por un lado, saber mantener la calma, tener paciencia y controlar la frustración y la alegría hará que no te precipites, que estés más concentrado y puedas reaccionar a una jugada rival acertadamente e incluso que uses la dosis exacta de agresividad necesaria para mostrar confianza. Por otro lado, este
control emocional te ayudará a gestionar tanto las derrotas como las victorias, para que ni una ni otra circunstancia pueda llevarte a la bancarrota.
Caso aparte: el póquer online
Lo explicado anteriormente sigue siendo cierto en una modalidad que cada vez va ganando más adeptos: el póquer
online. Pese a que en estos casos la identidad de los rivales suele ser anónima, hacer cálculos, preparar una estrategia y estudiar posibles manos sigue siendo igual de importante. También lo es intentar tener la cabeza fría, controlar los nervios y evitar distracciones. La concentración será clave tanto en partidas en casinos físicos como en salas virtuales.
Jugar al póquer
online, sin embargo, no te permitirá analizar el lenguaje corporal de tus contrincantes, a no ser que decidas utilizar una cámara web mientras juegas a una timba con tus amigos. Lo más habitual será que en el monitor de tu ordenador solo aparezca el tapete, los naipes y las fichas de cada jugador, por lo que te será prácticamente imposible anticiparte a jugadas basándote en los gestos del rival. Eso sí, lo bueno es que ellos tampoco podrán analizar los tuyos.