La Agencia Nacional para la Alimentación sueca informó hoy de que se han hallado restos de carne equina en albóndigas del productor cárnico Dafgård, encargado de suministrar estos preparados a la cadena sueca de muebles y objetos para el hogar IKEA.
Los análisis realizados por Dafgård muestran un contenido de carne equina de entre el uno y el diez por ciento en varios de sus productos, aunque las autoridades suecas señalaron que todavía no se sabe si pertenecen al mismo lote que dio positivo en un control sanitario hace dos días en la República Checa.
Las anteriores pruebas realizadas por Dafgård habían dado negativo, al igual que los análisis de ADN practicados a todos sus productos alimenticios hace dos semanas por el gigante sueco de la decoración, cuando estalló el escándalo de la carne de caballo en Europa.
IKEA está a la espera de conocer el resultado de sus propios test genéricos a los que ha sometido a todas las partidas de albóndigas tras conocerse el positivo en la República Checa.
La cadena sueca suspendió el lunes de forma preventiva la venta de las populares albóndigas ("köttbullar" en sueco) de todas sus tiendas y restaurantes de Europa, así como de otros países como Tailandia y Singapur.
Dafgård produce albóndigas para la mayor parte de las divisiones nacionales de IKEA en Europa, excepto las de algunos países como Noruega o Suiza, que recurren a proveedores locales.
El año pasado IKEA facturó 1.300 millones de euros en sus restaurantes, lo que supone el 5% de sus ingresos.
Desde que en enero saltó el escándalo de la presencia de carne de caballo en productos alimentarios preparados y hamburguesas en el Reino Unido, se han detectado en casi todos los países europeos decenas de productos etiquetados fraudulentamente como exclusivamente de vacuno cuando contenían carne equina.