La Dirección General de Tráfico (DGT) incrementará a partir de este lunes los controles sobre el transporte escolar dentro de una nueva campaña de vigilancia y control de este tipo de vehículos, que se extenderá hasta el 3 de marzo, según ha informado Tráfico. Durante una semana, se aumentarán las inspecciones de los autobuses destinados a estos servicios, en especial del uso del cinturón de seguridad.
A diario, medio millón de alumnos utiliza uno de los 17.000 autobuses escolares que realizan servicio de transporte escolar es España para acudir al colegio y volver a casa, una cifra que extrapolada a términos anuales asciende a 280 millones de pasajeros los que utilizan este medio de transporte, según el Observatorio del Transporte de Pasajeros por Carretera.
A pesar de que está probado que un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales y que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales podrían haberse evitado si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo, sólo dos de cada cinco de estos autocares que realizan transporte escolar (38%) llevan instalados cinturones de seguridad, según la Federación Española Empresarial del Transporte de Viajeros (Asintra).
Por ello, la DGT recomienda la utilización del cinturón de seguridad y aconseja a los padres que soliciten al centro o a través de las asociaciones de padres y madres la contratación de autobuses que tengan instalados este tipo de dispositivos de retención infantil. Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados los sistemas de retención.
Precisamente la campaña de radio que acompaña a la incremento de inspecciones va dirigido a concienciar a los padres sobre la importancia de que los pequeños utilicen el cinturón de seguridad.
BAJO ÍNDICE DE ACCIDENTES
En general, los vehículos de transporte escolar tienen un bajo índice de accidentes. Ni en 2010 ni en 2011 (últimos datos oficiales publicados, tanto en vía urbana como en interurbana) se produjo ninguna víctima mortal entre los usuarios de autobuses escolares. No obstante, todavía cada año se registran accidentes en este tipo de vehículos, como el que se produjo en enero en Xàtiva con Torre de Lloris (Valencia), que se saldó con cuatro niñas y dos adultos heridos.
La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados vehículos destinados al transporte escolar. El 90 por ciento de estos accidentes tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o en los instantes inmediatos. En otros casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres.
Por este motivo, la DGT aconseja tanto a los padres como a los monitores que les acompañan durante el desplazamiento, recordar a los menores comportamientos seguros como no pararse nunca detrás del autobús porque no lo ven, esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante, dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto si se dispone de él, no correr al llegar ni al salir y obedecer al conductor y al acompañante.
CAMINOS ESCOLARES SEGUROS
Con la intención de fomentar la movilidad sostenible desde edades tempranas, la DGT en colaboración con la Federación de Municipios y Provincias está promoviendo e incentivando la creación de caminos escolares seguros.
Se trata de diseñar itinerarios básicos de ida y vuelta al colegio a través de la revisión de los elementos que conforman la movilidad urbana a pie, en bicicleta o en transporte público, dejando el vehículo privado para un uso subsidiario en este tipo de desplazamientos.
Según un estudio publicado en Dinamarca y realizado por investigadores de la Universidad de Aarhus y Copenhague dentro del proyecto 'Mass Experiment 2012' demostró que la capacidad de los niños para concentrarse en la escuela es mayor si acuden al colegio andando o en bici, que si es llevado en coche o en transporte público.
Además, del uso del cinturón los agentes de la Guardia Civil comprobarán que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio. Asimismo, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, y que el conductor cumple los requisitos especiales para conducir dicho vehículo --permiso de conducción-- o que cumple los tiempos de conducción y descanso.