La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla juzga el próximo lunes a cuatro hombres, dos de ellos hermanos, por intentar matar a otro clavándole una puñalada en la espalda en la feria de Tomares en 2017, hechos por los que la Fiscalía solicita penas de entre nueve y once años de cárcel.
Según reza en el escrito de acusación, en concreto, el Ministerio Público pide once años de prisión para E.E.B.S. y P.G.B. por tentativa de asesinato con alevosía y nueve años para J.M.T.M. y E.E.B.S., este último hermano del primero, al estimar en estos dos últimos casos la atenuante de confesión.
Además, solicita para los cuatro cinco años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de la víctima y comunicarse con esta persona durante otros cinco años y que no se les conceda el tercer grado penitenciario hasta que cumplan la mitad de la pena en caso de que fueran condenados.
Según precisa el fiscal en el escrito, los hechos ocurrieron en la tarde del 10 de septiembre de 2017 en el recinto ferial de Tomares, donde los dos principales acusados "tuvieron un incidente" con la víctima que provocó que saliesen del mismo y "acudieran en busca" de los otros dos encausados.
Así, una vez juntos los cuatro, "previamente concertados en su intención de ajustar cuentas" con la víctima, recopilaron "diversas armas e instrumentos peligrosos" y regresaron a la feria. En esos momentos, uno de ellos llevaba una navaja mientras que otro portaba "un mosquetón metálico a modo de puño americano".
Sobre las 20,00 horas, los acusados localizaron a la víctima y, "con ánimo de acabar con su vida o siendo conscientes del riesgo que ello implicaba para su vida y sabiendo de las altas probabilidades de causar su muerte, sin mediar palabra, se le acercaron por la espalda y, sin que la víctima pudiera oponer defensa eficaz alguna al aproximarse de forma sorpresiva", uno de ellos le propinó una puñalada en el costado izquierdo.
Al girarse, el agredido vio a tres de los acusados y escuchó que uno de ellos, aún con el mosquetón en su mano, le decía "ven, ven para acá", huyendo posteriormente del lugar. No obstante, esa misma noche y e el propio recinto ferial fueron detenidos y el autor de la puñalada, en ese mismo momento, "confesó de forma espontánea" que había sido él y entregó la navaja "que ocultaba en su ropa interior" mientras afirmaba a los propios agentes que "a este tío había que pararle los pies ya".
Otro de ellos, el que llevaba el mosquetón, también "de forma espontánea" reconoció que era su propietario aunque se había deshecho de él minutos antes tirándolo al suelo, y señaló que habían ido "a ajustar cuentas" con la víctima.
Como consecuencia de estos hechos, F.J.C.M. sufrió una herida incisopunzante que le afectó al riñón y otras lesiones que "habrían comprometido su vida" si no hubiese recibido asistencia en esos momentos.