La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado en la última reunión de su comisión ejecutiva conceder una licencia de obras para acometer actuaciones de conservación, consolidación y acondicionamiento en un inmueble de la calle Don Alonso el Sabio, en pleno casco histórico, para su adecuación al uso de apartamentos turísticos, según un acuerdo de la Gerencia recogido por Europa Press.
La semana previa, Urbanismo había aprobado, por cierto,el reformado de un proyecto con licencia ya concedida para que dos edificios de usos terciarios enclavados en la calle Feria y la plaza de los Maldonados sean desarrollados como una edificación de cuatro plantas con 16 apartamentos turísticos, así como la modificación de otro proyecto con licencia ya aprobada, para "cambios en la distribución y ejecución de una piscina comunitaria en el espacio libre, resultando un edificio desarrollado en dos plantas y ático para trece 13 apartamentos turísticos" en la calle Santa Paula.
Igualmente, ese mismo día la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo aprobaba reformar otro proyecto ya autorizado, respecto a "un edificio desarrollado en tres plantas y ático para el cambio de uso de residencial a terciario con cinco apartamentos turísticos" en la calle General Castaños, toda vez que recientemente era aprobada además una licencia de obras de cambio de uso residencial a terciario, "con nueve apartamentos turísticos" en las plantas tercera, cuarta y quinta" de un edificio de seis plantas de la calle Campana.
Tales proyectos, en cualquier caso, vienen a incrementar la oferta de viviendas turísticas de la capital andaluza, donde el "Colectivo-Asamblea Contra la Turistización de Sevilla" y otras voces avisan de las consecuencias de la proliferación de la oferta turística.
Y es que según este colectivo, los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a julio de 2018 reflejaban que entonces había en Sevilla un total de 21.629 plazas hoteleras repartidas en 223 establecimientos; mientras que las viviendas con fines turísticos suponían 7.305 plazas repartidas en 3.441 pisos, sin contar con las viviendas con fines turísticos no regularizadas y por ende ajenas a las estadísticas.
Como consecuencia de ello, según el colectivo, el casco histórico y Triana afrontan un "contexto de casi saturación" al ser "rebasada" la capacidad de absorción de turistas de tales entornos, lo que se traduce en una subida de los precios del alquiler en tales zonas y la consiguiente "expulsión de población de sus hogares" al no poder afrontar los precios de la vivienda.