Patente de corso, la primera obra de teatro creada a partir de textos de Arturo Pérez-Reverte y que protagonizan los actores sevillanos Alfonso Sánchez y Alberto López, se volverá a representar en Sevilla, ciudad en la que se estrenó en octubre pasado. En esta ocasión, la representación tendrá lugar en el Auditorio de Fibes el 12 de diciembre y las entradas para esta función están ya disponibles.
Avalada por cerca de 20.000 espectadores, tras casi un año en cartel por las principales capitales españolas, es la tercera vez que Patente de corso podrá verse en Sevilla. La primera ocasión tuvo lugar a inicios del mes de octubre de 2014. Esta obra fue la encargada de abrir la programación del Teatro Lope de Vega, colgando entonces el cartel de no hay billetes para todas sus funciones. El éxito de crítica y público obligó a reponerla el auditorio de Fibes, donde también agotó las localidades.
“Tras las representaciones en estos espacios, han sido muchas personas las que nos han preguntado qué cuando volvíamos a nuestra ciudad, a Sevilla. No podíamos defraudar a nuestros seguidores, a ese público que desde un principio siguió nuestros vídeos de Los Compadres, así que buscamos un hueco en nuestras agendas para reponer Patente de corso en nuestra tierra”, explica Alfonso Sánchez, quien aparte de actor también ejerce de director y coguionista de la obra junto a Ana Graciani, quien ha trabajado en proyectos escénicos para Ana Diosdado, Antonio Canales, Concha Buika, el Ballet Nacional de España, Les Ballets de Montecarlo, la Compañía de Blanca Marsillach, Teatro Clásico de Madrid o el Ballet Flamenco de Andalucía, entre otros.
Patente de corso relata la relación que entablan Luciano y Mariano, dos personajes antagónicos que retratan de forma ácida la sociedad actual. Luciano es un pirata con clase y mucha “guasa” que ha sido de casi todo en la vida, desde cabo segundo de la Infantería de Marina hasta trilero, pasando por limpiabotas, cantaor, o contrabandista de hachís. Su compañero sobre el escenario, Mariano, es un hombre timorato y conformista que ha decidido dejar atrás su vida mediocre y seguir los pasos de Luciano. Con treinta y muchos años, dos críos y una ex mujer, este titulado en Empresariales ha dejado atrás un puesto de vendedor de seguros del que fue despedido y varios trabajos temporales mal pagados hasta convertirse en un parado de larga duración.
“El espectáculo bebe tanto de Peter Brook, de Jan Fabre o de Samuel Becket como del Club de la Comedia, los Compadres y hasta de Chiquito de la Calzada”, insiste López, quien recuerda que “la crítica y el humor, marcas de la casa, están muy presentes en este proyecto teatral”, que está actualmente en cartel en la Sala Pepe Rubianes del Teatro Capitol de Barcelona, donde ya la han visto casi 4.000 espectadores.
Uno de los hechos más destacados de Patente de corso es que se trata de la primera adaptación para una obra de teatro de un texto de Arturo Pérez-Reverte, uno de los escritores más destacados de la escena literaria española, en el ámbito dramático. “Me habían propuesto varias veces escribir para teatro, hasta ahora siempre me he negado”, reconoce el autor de la saga Alatriste, quien asegura que el desparpajo y el humor ácido destilado por Sánchez y López en películas como El mundo es nuestro le enganchó al instante.