Dos cazadores furtivos han sido condenados a pagar una multa de 960 euros tras ser sorprendidos con nueve aves acuáticas protegidas que habían cobrado minutos antes auxiliados por perros de caza.
Los acusados Joaquín C.R. y Miguel C.B. fueron sorprendidos a las 16.45 horas del 6 de agosto de 2011 cuando cazaban en el paraje conocido como Reboso Chico de Puebla del Río (Sevilla) y portaban nueva calamones comunes, especie que es objeto de medidas de conservación y cuya caza está prohibida según el catálogo nacional de especies amenazadas.
Los furtivos habían cazado las aves con una escopeta Benelli y auxiliados de perros, según la sentencia del juzgado de primera instancia 3 de Coria del Río (Sevilla), a la que ha tenido acceso Efe.
La condena por un delito contra la fauna incluye una multa de 160 días y una inhabilitación de 16 meses para el ejercicio de la caza, así como el pago a la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía de 6.310 euros, valor de las aves incautadas.
El juicio por estos hechos no llegó a celebrarse porque los acusados los reconocieron y aceptaron la petición de condena de la Fiscalía, tras lo cual la juez dictó sentencia de viva voz y la defensa de los acusados expresó su deseo de no recurrirla.