El sindicato CCOO ha criticado este lunes que la provincia de Sevilla tiene "una de las cinco peores ratios" de España en pacientes por profesional de medicina en atención primaria y "la peor de Andalucía en este ámbito".
Así lo han anunciado en una rueda de prensa el secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, que ha estado acompañado de la secretaria general del sindicato provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla, María José Wanceulen, y del secretario de Acción Sindical del citado sindicato, Juan José Limones, durante la presentación de la campaña 'Salvar la atención primaria' para poner el foco en la "situación crítica" en la que se encuentra la sanidad pública y proponer una serie de medidas "para mejorar la calidad asistencial y las condiciones laborales de los trabajadores".
De esta forma, en la atención primaria de la provincia sevillana los cupos de tarjetas sanitarias individuales por profesional se situaron en una media de 1.400 "cuando, como máximo, deberían estar en 1.200". Además, "la demora en las citas telefónicas asciende a entre cinco y siete días, y la presencial a entre 15 y 20 días, llegando incluso a cerrarse las agendas para diciembre para que profesionales puedan coger sus permisos".
Las citas para analíticas tardan una media de 12 días y hay una "recurrente falta de profesionales" de medicina y pediatría, así como "cierre de servicios de urgencias y consultas e incluso se ha producido la movilidad forzosa de trabajadores", asegura el sindicato.
Aristu ha señalado al respecto que "no hay ninguna razón que justifique estas desoladoras cifras en nuestra atención primaria, salvo la falta de inversión por parte de la Junta de Andalucía. Ni para que tardemos 12 días en que nos den cita para una analítica que puede indicarnos marcadores tumorales, que haya pueblos o barrios sin servicio de pediatría, que haya localidades cuyos habitantes tengan que desplazarse hasta 40 kilómetros por carreteras que han sido catalogadas por la Junta como muy peligrosas para recibir atención de urgencia, ni tampoco hay razón para que haya solo tres ambulancias medicalizadas en una ciudad de 700.000 habitantes".
De su lado, Wanceulen ha explicado que la situación laboral y asistencial ha llegado a una "situación crítica" y, tras conocer los presupuestos del Gobierno andaluz, "nos vemos en la obligación a hacer hincapié en el riesgo sanitario que sufrimos los sevillanos. La atención primaria es el patito feo del gasto sanitario y de la atención sanitaria en general y, por eso, existen dos grandes damnificados: usuarios, sometidos a serias dificultades para el acceso a una cita médica, y la plantilla, que sufre una precariedad laboral reiterada con una sobrecarga física y psicológica hasta la extenuación".
"El déficit de plantilla en la atención primaria es una realidad y existe infradotación en todas las categorías. La medicina de familia es una de las más afectadas, tanto por las jubilaciones próximas como por la insuficiencia de la oferta formativa para esta especialidad, y supone que haya unos 800 profesionales menos de los necesarios en toda la comunidad", afirma CCOO.
En este sentido, Limones ha manifestado la "preocupación" desde CCOO por la situación de 12.000 profesionales temporales de la sanidad pública, cuyos contratos se firmaron durante la pandemia y finalizan a final de año: "Exigimos al SAS que incluya a todos ellos en su plantilla porque la actual es deficitaria. Fruto de ello, los retrasos continuos en la obtención de una cita médica, la interminable espera para una prueba o para que nos atienda un profesional especialista".
Medidas para salvar la atención primera
Por todo lo anterior, CCOO ha presentado una serie de medidas para mejorar la calidad asistencial y las condiciones laborales de los trabajadores, aumentar el prestigio de la atención primaria para hacerla más atractiva a los y las profesionales e incrementar al mismo tiempo la satisfacción de la ciudadanía.
Entre otras, se encuentra el aumento de la financiación para la atención primaria, dimensionar adecuadamente las plantillas de todas las categorías, dotar con medios técnicos y estructurales suficientes, retribuir de forma justa a todos los trabajadores y trabajadoras equiparándolos al resto de comunidades autónomas, limitar los cupos para que ninguno supere las 1.200 tarjetas sanitarias individuales y disminuir la demora en las citas.