Diego Cervero, que se ha convertido en nuevo jugador del Atlético Sanluqueño, se encuentra en estos momentos en Asturias. Desconoce el día que tendrá que bajar hasta Sanlúcar de Barrameda, ciudad en la que ha permanecido por espacio de tres días.
El delantero tiene 36 años y se formó en las escalafones inferiores del Oviedo hasta llegar al primer equipo, al que estuvo ligado por espacio de tres etapas. Desde entonces recaló en varios clubes sin olvidar nunca su instinto goleador. Reconoce que “me hizo mucha ilusión cuando subí al primer equipo, con el que conocí la Segunda División A. Soy un 9, un delantero puro que si dejan en una banda tropieza”.
Un veterano como él coincidirá con otro como Dani Güiza, todo un ilustre del fútbol español: “Le conozco en persona y es un orgullo tenerle como compañero. Tocó la gloria en el fútbol y yo voy vagando por la Segunda División B. Es la realidad. Me llamó personalmente, quedamos y nos conocimos. Que me comparen con él es demasiado. Lo que sí tengo es motivación e ilusión por tenerle como compañero. Es un delantero inverosimil”.
El delantero, que mide 1,86 metros, no deja de reconocer que “la Segunda División B es una categoría dura y habrá que pelear bastante esta próxima temporada”.
No es el primer ovetense que aterriza en el Atlético Sanluqueño. Hace ha muchos años estuvieron juntos los hermanos Ablanedo. También el entrenador Pepe Carrete, muy querido por la afición verdiblanca, y hace poco Diego García y Peli. Adelanta que "Alberto Ablanedo y yo somos amigos. A Carrete le conozco pero no coincidí con él en algún equipo, sí en algún partido. Es un referente en Oviedo y en Asturias, famoso por sus marcajes. A igual que él seguiré siendo oviedista y ovetense, más azul que los pitufos”.
Por último señala que “he estado tres días en Sanlúcar de Barrameda. He conocido la ciudad y la verdad es que me ha gustado mucho. Ahora mismo me encuentro en Asturias y no sé cuanto tendré que regresar a Sanlúcar para incorporarme junto a mis compañeros a los entrenamientos”.