Los trámites para la reparación de lo que queda por reparar en la calle Lope de Vega son largos y ello da lugar a situaciones que rozan el esperpento. Las chapuzas siempre son chapuzas, por más que se hagan de buena voluntad y una auténtica chapuza es lo que han hecho en el socavón que se produce en esa calle a la altura de Mayorazga.
Al ser un peligro para los vehículos y para cualquiera que cruce la calle, el Ayuntamiento ordenó taparlo para que aguante hasta que comiencen las obras.
Los vecinos se han mosqueado no sólo porque después del arreglo sigue hundido, sino por la poca maña del operario (solo o en compañía de otros) que ha perpetrado el atentado a la vista que se ve en la fotos.