Está grabando en estas semanas pero ya tiene sonando en las redes sociales un mini single con tres canciones. No es nuevo en la música pero sí lo es en la exposición un público exigente. O explicado con más detalle, lleva cantando –y componiendo- toda su vida pero hasta ahora no ha decidido dar el salto a probar suerte en esa selva que es el mundo del espectáculo.
Quede claro que tiene una suerte inmensa. Va a salir al mercado porque quiere, a pasarlo lo mejor posible, a probar suerte. ¿Esto quiere decir que se lo toma como un capricho? Ni hablar. Grabar un disco y además con una discográfica que siempre es una fuente de problemas –aunque él lo está haciendo- y someterse a largar sesiones de ensayos, de grabación y lo que es peor, a la dura promoción de un cantante que comienza no es un capricho.
Teniendo en cuenta como están las cosas y aunque cuente con casa de discos, un capricho muy caro en todos los sentidos porque como siempre se ha dicho cuando entrevistamos a un cantante o a cualquiera que saca al mercado un producto cultural, grabarlo o escribirlo puede ser lo menos doloroso de parir. Lo malo es darlo a conocer. Ahí se puede transcribir esa frase de la serie Fama. Ahí es donde comienzan a sufrir.
Es, en realidad, una necesidad imperiosa por medir sus fuerzas, por saber si eso que hace con el placer de las cosas que le gustan también le gusta a aquella gente que no conoce a David Manito, los que lo van a juzgar sin piedad ninguna, el público, el anónimo y tan magnánimo como cruel según los casos.
Tiene una voz quebrada que le da juego y las muchas horas de actuaciones sobre un escenario, en el chiringuito que tienen sus padres en la playa de Camposoto, por poner un lugar concreto y en donde se ha encartado, le ha perfilado la voz y el estilo.
Lo ha hecho como cantante porque no hay mejor escuela que el escenario a solas, a dos metros del público, que si los flamencos se hacen en las peñas, los demás cantantes se hacen –o se hacían y quién sabe si se volverán a hacer, que ahí están tratando de recuperar la música en directo en los bares- en los pub.
A pesar de ese tonillo aflamencado, casi inevitable en un cañaílla, no canta flamenco ni lo ha intentado. “Le tengo mucho respecto”, lo que indica que en San Fernando sale a la luz pública un estilo que no se estila, fuera del flamenquito y otras tendencias similares.
Diego Gallego está detrás de ese disco que está preparando, lo que ya es una garantía de buenos arreglos y de mimo, que Gallego lo pone en todo pero en este el propio David Manito lo confirma.
La primera prueba son esas tres canciones –Ahora, Dame Razones y Me acerco a ti- que son las que tienen que dar la medida de la aceptación por el público, porque una cosa es la aceptación y otra la calidad, y de esta última lleva lo suyo. Y porque las canciones son, en realidad, las que arrastran al cantante que no al revés.
Está a la espera de lo que ocurra pero tiene pensado presentar el producto final después de darle un tiempo para que cuaje. Allá por el mes de junio o julio, en un lugar lo más emblemático posible – quién sabe si en la playa de Camposoto, de donde tiene mejores recuerdos- o allí donde los que saben de esas cosas de la promoción tengan a bien decidir.
En esta casa estuvo hablando acompañado de Gonzalo Camacho, que lo acompaña a la guitarra. Quede claro que un artista con talento se le ve en los primeros acordes y Camacho lo tiene, así que mejor para Manito. Y luego le dejamos la misma canción ya grabada en estudio para que vayan haciéndose a la idea de que hay un nuevo artista pidiendo un lugar en la música.
El público soberano tiene la palabra.
