El pasado viernes fue el último día de la huelga que los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio del aeropuerto de la Base Naval de Rota, Lous Berger Aircraft Services Inc. (LBAS), iniciaron en el mes de marzo. Una huelga que a pesar de haber tenido amplia repercusión mediática y que ha contado con el apoyo de partidos políticos a nivel nacional, no parece haber modificado el escenario al que se enfrenta la plantilla, con previsiones de más despidos o en caso contrario amplios recortes de sueldo por parte de la empresa.
LBAS ha emitido un comunicado para realizar su valoración de esta huelga, asegurando que durante los últimos siete meses, los trabajadores "han rechazado sentarse a negociar las nuevas condiciones salariales que son necesarias para hacer rentable el nuevo contrato de servicios firmado con la U.S. Navy".
De hecho, para LBAS la huelga convocada "no ha ayudado a las negociaciones. De hecho, se han mantenido las operaciones con el nivel mínimo de servicio requerido por la U.S. Navy, aunque sí que se han producido algunos incidentes". La compañía asegura que ha tenido que amonestar a algunos empleados esta semana "debido a infracciones en materia de seguridad acaecidas durante la huelga", infracciones que se han criticado duramente desde los sindicatos por considerarlas medidas de presión contra los trabajadores y una forma de procurar nuevos despidos.
A este respecto, desde LBAS explican que la empresa "capacita a todos los empleados en todas las medidas de Seguridad Laboral aplicables a este contrato. LBAS no permite ninguna excepción en lo que concierne a la seguridad de su personal y de las instalaciones. Por este motivo, cuando ocurren incidentes como los acaecidos durante esta huelga, LBAS se ve en el deber de tomar acciones disciplinarias. En este caso en concreto, se dejaron circulando sin prestarles atención varias piezas de maquinaria. Adicionalmente se identificó que algunos calzos para ruedas fueron quitados de los vehículos de manera impropia. Como consecuencia, algunos trabajadores que tienen experiencia y están bien formados han sido amonestados por estas infracciones y recibirán la correspondiente suspensión de paga".
Los motivos económicos siguen siendo la justificación de la empresa para defender la necesidad de los despidos que pretende llevar a cabo. La empresa alude nuevamente en su comunicado de prensa a un estudio independiente de eficiencia operativa realizado por Deloitte, en el que se indica que LBAS "puede satisfacer los requisitos del contrato del U.S. Navy de manera segura y eficiente con una reducción de plantilla de 45 trabajadores", informe que desde la plantilla han puesto en duda en repetidas coasiones.
Inicialmente la empresa ofreció una reducción de 15 empleados y una disminución de sueldos "con el fin de minimizar la pérdida de empleos necesaria para cumplir con el alcance y los costes del nuevo contrato con la U.S. Navy", explican, volviendo además a afirmar que, con un salario medio anual de 31.165 euros, los empleados de LBAS "están entre los mejores pagados del sector en todo el país y ganan dos veces el salario medio roteño (15.418 euros). Esta media no incluye ni los salarios de los directores ni los salarios del personal americano incluidos en este contrato". Aspecto que también desde la plantilla han desmentido categóricamente, ofreciéndose a mostrar sus nóminas si fuera necesario.