Ideología y Primarias

Mucho se está hablando estos días sobre la elección del presidente del Partido Popular y de su regeneración, aunque aún poco sobre ideas. Por suerte, ya no se elige el candidato totalmente a dedo, lo cual es muy importante, habiéndose inventado un sistema de elección de doble vuelta escrito y aprobado. Aunque pretendan desde Génova hacernos ver que este sistema funciona como unas primarias, realmente no lo son, ni lo serán. En primera vuelta, es casi imposible que salga elegido el presidente del Partido, por lo que necesariamente se debe acudir a un Congreso donde son los compromisarios los que deciden con su voto quién será el presidente: ahí está realmente la lucha, ya que esos compromisarios no suelen nunca representar a los militantes que los han votado. Los compromisarios de cada localidad han sido y lo son, casi siempre, designados por las estructuras locales, que a su vez están dirigidas normalmente por concejales o diputados que deben su puesto y lealtad al jefe local, el cual, con toda probabilidad, a su vez debe su cargo al líder provincial, y así sucesivamente. Y de ahí salen los compromisarios. Casi todos con sueldos públicos. El Congreso del día 21 y 22 debe servir, además de para elegir al nuevo presidente/a, para recuperar la identidad del PP, sobre todo ante el momento tan delicado que sufre España con un gobierno extremadamente débil, apoyado por la ultraizquierda de Iglesias, los jetas del PNV, los proetarras de Bildu, y los separatistas-independentistas racistas que han querido dar un golpe de estado, cuyo único fin es destrozar España y llevarla de nuevo a la bancarrota. Ya están trasladando presos y acabarán liberando a los presos y se permitirá un referéndum secesionista, amén de freírnos a impuestos. Si esto es así, el PP simplemente estallará. Mi partido necesita dejar de ser una estructura de poder sin alma para volver a su naturaleza de hogar del centro-derecha español, y recuperar así los valores que nos han caracterizado siempre, como la unidad de España, la defensa de la vida y de la familia, la lucha contra el terrorismo, la cercanía a las víctimas de éste y el liberalismo económico, sin complejos de ningún tipo. El PP debe recuperar su ideología, y hacer política, no sólo gestión, ya que el poder es extemporáneo, pero la ideología no, y esa precisamente ha sido la palanca de Pablo Casado, que ha demostrado conocer a las bases y darnos lo que pedimos, principios, valores e ideología. Por eso tendrá grandes posibilidades de ganar en el Congreso y estaría sin duda más dispuesto a la renovación urgente de caras y cargos.