Prefiero estabilidad a experimentos

Todas las encuestas, que no dejan de ser encuestas, dan la victoria en las próximas elecciones generales al partido naranja de Albert Rivera, mucho antes de que haya entrado en la batalla. Y todo apunta a que en efecto podría ser así, ya que su inmediato competidor, el PP, está día tras día afrontando los malditos casos de corrupción que no dejan de aflorar. En este escenario, es fácil que la inmaculada, de momento, hoja de servicios de Ciudadanos, quien no ha asumido todavía ninguna clase de responsabilidad a la que obliga el poder, le catapulta hacia arriba. No tienen gestión que enseñar, por lo que no tienen que dar muchas explicaciones ni justificaciones a la ciudadanía, que de momento los ve con agrado ante tanta decepción y frustración con la política. Aunque sería bueno que explicases cómo sostienen en Andalucía a un partido político cuya cúpula durante décadas está íntegramente sentada en el banquillo por el mayor caso de corrupción jamás conocido en la historia de nuestro país. Así, con su principal adversario caído y de momento desarmado, está en magníficas condiciones para seguir subiendo en los sondeos y seguir arrebatando a puñados votos al Partido Popular. Mucho tendría que cambiar el PP a partir de este momento para estar en condiciones de volver a levantarse y cerrarle el paso al partido de Rivera, quien deberá cumplir con todo aquello que ahora demagógicamente pregona de forma fácil con tan solo mirar las encuestas de cada tema. Dice lo que la gente quiere escuchar. Están generando unas expectativas en los ciudadanos que no se sabe si se van a poder cumplir, ya que juegan con la duda y la incógnita. Aunque químico de profesión, prefiero no hacer experimentos y quedarme con la garantía de estabilidad que lleva aparejada el gobierno del PP. Gracias a la reacción que ha tenido en los últimos años, hemos liderado el crecimiento de la Eurozona y el país se mantiene dentro de las quince mayores naciones del mundo. España es, sin duda, una potencia económica mundial. El Estado de Bienestar también está entre los más envidiados del mundo y, aunque muchas de las críticas que recibe el Gobierno son justificadas y ciertas, también lo es que el sistema sanitario español está entre los mejores del planeta, tal y como lo atestigua la OMS año tras año en los diferentes rankings que elabora, o como se confirma con los turistas europeos, quienes se intenten aprovechar del sistema de salud. Pocos países desarrollados cuentan con un servicio público de desempleo con tantas coberturas y prestaciones como el español, y el sistema de la Seguridad Social es también un referente a nivel internacional. La pensión media está por encima de los 1.070 € al mes, y no ha dejado de pagarse ni un solo mes. Además, la propia pensión de los jubilados ha experimentado un aumento durante los últimos 10 años: en 2007, la paga mensual media era de 821 €, mientras que el último dato de enero de este año eleva la cifra hasta los 1.074 €. Experimentos, con gaseosa.