Virus o vacuna

Ya no sabe uno qué pensar, ni qué hacer. Sabíamos que la vacuna podía tener efectos secundarios. Pero no que estos efectos secundarios pudieran ocasionar entre unas cosas y otras… la muerte. Aunque aún esté por confirmar, en medio de esta pandemia mundial llama mucho la atención el fallecimiento de una docente que como todos los docentes, se encontraba en proceso de vacunación. Y si el Covid se ha llevado por delante millones de vida… ¿cuál se supone que es el efecto de las vacunas? ¿Generar  inmunidad contra el Covid pero a su vez desencadenar nuevos problemas en nuestro cuerpo que finalmente también tengan el mismo desenlace fatal? Más de 15 países han decidido paralizar su vacunación de la vacuna Astrazeneca. Algo no está funcionando. Y no es que las vacunas contra otras enfermedades no causen otros efectos, pero quizás las prisas en estos momentos no hayan sido buenas consejeras. Esas prisas han impedido testar de verdad la eficacia. Testar si verdaderamente merece la pena correr tantos riesgos para conseguir ‘la inmunidad’. Esa inmunidad que también desconocemos si es real. Y de ahí el miedo, la incertidumbre, el pánico que las personas que son citadas a la vacunación, tienen al ser avisados de que van a ser vacunados. Aunque debiera ser un motivo para celebrar el poder estar todos inmunizados, desgraciadamente noticias así hacen dar un paso atrás y dan vida a pensamientos que no podemos controlar. Estamos en un momento crítico, llevamos ya un año desde que todo comenzó y cuánto han cambiado nuestras vidas… y lo único que tengo claro es que, al menos, hemos aprendido a valorar un poco más todo lo que tenemos.