Las nuevas normas incluyen la eliminación del limite de dos horas al ejercicio y el aumento de dos a cinco personas vacunadas a las que se les permite reunirse
Las autoridades australianas anunciaron este domingo la relajación de algunas restricciones contra la covid-19 en Sídney, la ciudad más afectada por la pandemia, mientras aumenta el ritmo de las vacunaciones con más del 36 por ciento de su población inoculada.
La jefa del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, indicó en una conferencia de prensa que la relajación de algunas medidas entrará en vigor a partir de mañana en las doce zonas más afectadas del área metropolitana de Sídney.
Las nuevas normas incluyen la eliminación del limite de dos horas al ejercicio y el aumento de dos a cinco personas vacunadas a las que se les permite reunirse, lo que en la práctica homogeneiza las restricciones en Sídney.
De los 1.607 nuevos casos anunciados hoy, 1.083 se produjeron en Nueva Gales del Sur, 507 en Victoria y 17 casos en la zona metropolitana de Camberra, al tiempo que se inoculó a cientos de miles de personas en todo el país.
Australia, que hasta hace pocas semanas había seguido una estricta política de supresión del virus, ha asumido que tendrá que ir abriendo el país, a pesar de que eso suponga un aumento de los contagios debido sobre todo a la contagiosa variante delta.
"Esta es la tensión, habrá siempre gente que piense que no somos lo suficientemente estrictos y habrá siempre otros que piensen que somos demasiado estrictos. (...) Por eso nuestro plan de apertura es muy cauto", señaló Berejiklian.
Los diferentes estados, que tienen autonomía en aplicar las medidas anticovid aunque están coordinados con el Gobierno central, planean volver a una "nueva normalidad" cuando superen el 70 y 80 por ciento de la vacunación de la población adulta.
Así, el jefe del Gobierno de Victoria, Daniel Andrews, afirmó hoy que el plan es mantener los confinamientos y restricciones hasta finales de octubre cuando se espera que se haya alcanzado el umbral del 80 por ciento.
No obstante, advirtió de que los contagios llegarán a varios miles diarios en el mes siguiente debido a la variante delta, lo que afectará al sistema sanitario.
Andrews dijo que "no hay alternativa" a abrir el país, aunque las autoridades irán ajustando el plan a las estadísticas de nuevos contagios y muertes.
Los estrictos confinamientos y restricciones han provocado que este sábado se manifestaran miles de australianos en diversas ciudades, protestas que se han producido de manera ocasional desde el año pasado.