El barco Ocean Viking, de la organización humanitaria SOS Méditerranée, ha rescatado en las últimas horas a 44 migrantes que se encontraban en peligro tras permanecer dos días a la deriva en el Mediterráneo Central, informó la ONG.
"SOSMedItalia ha llevado a cabo 2 operaciones de salvamento en la zona SAR maltesa. 44 personas han sido rescatadas de 2 barcos de madera con problemas y están a salvo a bordo de #OceanViking", indicó la organización en redes sociales.
Explicó que "entre los supervivientes hay 15 menores y 5 mujeres, una de ellas embarazada, así como dos discapacitados", que fueron atendidos por su equipo médico y de apoyo, y que "según los primeros testimonios, los dos barcos estuvieron a la deriva durante dos días".
Además, la ONG reveló que "durante el primer rescate, una lancha patrullera libia se acercó al barco, complicando la operación".
Horas antes, otra organización humanitaria, Sea-Watch International, había alertado de que su avioneta Seabird vio un ataque de la guardia costera libia en la zona de búsqueda y rescate de Malta, que disparó y lanzó objetos a un bote con migrantes, poniéndoles en serio peligro.
"Los que disparan contra refugiados e intentan volcar sus botes no están ahí para salvarlos. La Unión Europea tiene que acabar con la cooperación con la denominada Guardia Costera libia", criticó la ONG, que denunció que el barco de los guardacostas libios es uno de los donados por Italia al país africano en 2017.
El Ocean Viking, que salió el domingo del puerto francés de Marsella, es el único barco de rescate civil presente actualmente en el Mediterráneo en espera de que en las próximas horas se incorpore a la zona el Open Arms, de la homónima organización española tras más de dos meses y medio bloqueado en puerto.
Las autoridades italianas todavía mantienen bloqueadas por presuntas irregularidades otras cuatro naves humanitarias: la "Sea Eye 4", el "Alan Kurdi" y los "Sea Watch" 3 y 4.
En los primeros seis meses del año, más de 690 personas murieron en el mar y más de 14.000 fueron interceptadas por los guardacostas libios y devueltas ilegalmente a Libia, un puerto que no es seguro y donde los migrantes sufren torturas y hasta violaciones sexuales, según las ONG de rescate.