Obama debutó en la ciudad de Filadelfia, un bastión demócrata dentro de la disputada Pensilvania, uno de los estados clave que él ganó en 2008 y 2012
El expresidente de EE.UU. Barack Obama (2009-2017) entró este miércoles en campaña para apoyar al que fuese su vicepresidente y ahora candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones.
Obama debutó en la ciudad de Filadelfia, un bastión demócrata dentro de la disputada Pensilvania, uno de los estados clave que él ganó en 2008 y 2012 pero que el actual presidente, Donald Trump, conquistó en 2016.
Pese a que Biden fue su vicepresidente durante ocho años, Obama ha mantenido un perfil bajo en esta campaña: en las primarias solo le apoyó cuando su victoria era incontestable y su debut de este miércoles ocurre cuando más de 40 millones de estadounidenses han depositado ya su voto.
Este bajo perfil contrasta con el que mantuvo hace cuatro años, cuando se entregó a la campaña de la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
OBAMA SUBE AL ESCENARIO
"Esto no es un 'reality show'. Esta es la realidad. Y el resto de nosotros hemos tenido que vivir con las consecuencias de él (Trump) demostrándose incapaz de tomarse el trabajo en serio", dijo Obama en un mitin.
Obama se burló de Trump por haberse quejado la noche anterior de tener que hacer campaña en Pensilvania cuando ya la daba por ganada y también por haberse infectado con el covid-19, al mismo tiempo que denunció que haya ocultado sus negocios en China.
"Sabemos que sigue haciendo negocios con China porque tiene una cuenta bancaria secreta en China. ¿Cómo es posible?", dijo Obama, quien aseguró que "no es una buena idea tener un presidente que le debe un montón de dinero a gente en el extranjero".
"Debe de estar pagando más dinero a gobiernos extranjeros de lo que paga en impuestos en Estados Unidos", afirmó, al añadir que él pagó más impuestos en su primer empleo como vendedor de helados cuando tenía 15 años que los 750 dólares que abonó Trump siendo ya presidente.
CUERPO A CUERPO CON TRUMP
Obama entró de este modo al terreno personal con Trump, algo que ha evitado hacer desde que dejó el poder hace casi cuatro años pese a que su sucesor le ha atacado sin tregua.
"Ocho meses en esta pandemia y los casos están aumentado de nuevo en todo el país. Donald Trump no les va a proteger a todos de repente. Ni siquiera es capaz de tomar las medidas básicas para protegerse a él mismo", dijo Obama.
Además, calificó a Trump de "pobre tipo" por haberse quejado de viajar a Pensilvania la noche anterior. "El presidente estuvo en Erie anoche y aparentemente se quejó de tener que viajar aquí. Y luego acortó el evento. Pobre tipo".
"Con Joe y Kamala (Harris) al timón, no tendrán que pensar en las locuras que dicen todos los días. Podrán seguir con sus vidas sabiendo que el presidente no retuitea teorías de la conspiración", aseguró Obama.
43 MILLONES DE VOTOS
El de este miércoles fue el primero de varios mítines que Obama pretende celebrar en las próximas semanas para animar a los votantes jóvenes y afroamericanos a apoyar a Biden, que no ha organizado ningún acto en los últimos tres días.
Trump, por su parte, sigue con su apretada agenda y celebró uno de sus multitudinarios mítines en Carolina del Norte, otro de los estados que ganó en 2016 pero que ahora las encuestas ponen en manos de Biden, como también Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
Otros de los estados que se le podrían escapar a Trump según los sondeos son Florida, Arizona, Ohio, Iowa, Georgia e incluso Texas, lo que equivaldría a una apabullante victoria demócrata.
Los dos candidatos debatirán este jueves en Nashville (Tennessee) en el segundo cara a cara presidencial de esta campaña, quizás la última oportunidad de Trump para dar un golpe de efecto que le permita ganar terreno ante Biden.
Más de 43 millones de estadounidenses han depositado ya su voto por correo o en persona, lo que augura niveles de participación récord ya que en 2016 fueron 47 millones los votos anticipados y todavía faltan 13 días para los comicios.