"El mundo habló con una voz fuerte. Eso y nuestra reacción forzó a Arabia Saudí a reconocer la muerte"
El Gobierno turco aseguró hoy que fue la reacción de la comunidad internacional y de Turquía la que obligó a Arabia Saudí a reconocer la muerte del periodista criticó saudí Jamal Khashoggi, que desapareció tras entrar en el consulado de su país en Estambul hace tres semanas.
"El mundo habló con una voz fuerte. Eso y nuestra reacción forzó a Arabia Saudí a reconocer la muerte" (de Khashoggi), aseguró hoy el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, según recoge la agencia Anadolu.
En un primer momento, Riad afirmó que el periodista había abandonado vivo la oficina diplomática, pero el pasado sábado, tras el aumento de la presión internacional, la Fiscalía saudí asumió que Khashoggi murió en una pelea dentro del consulado y abrió investigaciones contra 18 sospechosos.
"Hay un asesinato y la cuestión es esclarecerlo", aseguró el ministro, quien recordó que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hará públicas hoy las conclusiones de la investigación turca sobre la desaparición y muerte del periodista.
Çavusoglu negó que Ankara haya compartido pruebas sobre la investigación del caso con otros países, aunque admitió reuniones entre servicios de inteligencia.
"Es importante que Arabia Saudí reconozca que Khashoggi fue asesinado, aunque lo hiciera tarde. Turquía está decidida a continuar con la investigación", dijo Çavusoglu.
Cavusoglu también aseguró que Turquía se muestra dispuesta a cooperar con la ONU o con cualquier Corte internacional en el caso de que querer llevar a cabo una investigación independiente del caso.
Por otro lado, las autoridades turcas continúan investigando la desaparición del periodista.
Las fuerzas de seguridad encontraron ayer un coche con matrícula diplomática del consulado saudí abandonado desde hace dos semanas en un aparcamiento de Estambul.
La policía espera poder obtener permisos de las autoridades saudíes para registrar el vehículo.
Esta es una de las muchas informaciones aparecidas en los medios turcos y estadounidenses supuestamente filtradas por las autoridades turcas y que contradicen la versión oficial de Riad de que el periodista murió de forma accidental durante una pelea dentro del consulado.