China ha iniciado inspecciones masivas en granjas de cerdos del país después de confirmar un brote de peste porcina africana en una granja de Shenyang
China ha iniciado inspecciones masivas en granjas de cerdos del país después de confirmar un brote de peste porcina africana en una granja de la ciudad de Shenyang (en la provincia de Lianoning, al noreste) que ha provocado la muerte de 7 cerdos y que 47 enfermaran por el virus.
Con el objetivo de evitar la expansión de la enfermedad -que podría suponer una grave amenaza para el mercado porcino del país-, las autoridades provinciales han acordonado una zona cercana a la granja y han sacrificado a un total de 8.116 cerdos que vivían en los alrededores, según publicó el diario oficial Global Times.
Además, se han implantado medidas de cuarentena que estarán vigentes durante seis semanas y se ha anunciado la prohibición de transportar productos procedentes de la zona acordonada en Shenyang, así como trasladar cerdos vivos y productos procedentes del cerdo a otras ciudades.
Otras granjas de la zona quedarán cerradas hasta nuevo aviso de las autoridades.
La peste porcina africana -que suele afectar a jabalíes verrugosos, potamóqueros de río (una especie de cerdo natural del cuerno de África) y garrapatas- no es contagiosa para los seres humanos, pero podría ser una amenaza para el mercado porcino de China, que representa más de la mitad del sector a nivel global.
El gigante asiático produce la mayor parte de la carne de cerdo que necesita para su consumo, aunque también importa este producto a otros países como Estados Unidos, España o Alemania.
El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China confirmó la existencia del brote aunque no precisó su variedad, un dato relevante ya que una cepa muy contagiosa podría acabar con todos los animales de una granja, mientras que una menos peligrosa podría tener una tasa de mortalidad de entre el 10 y el 30 %.