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Miles de guatemaltecos piden renuncias y reformas

"La depuración del Congreso la veo un poco difícil por los mecanismos legales que no están tan afinados para eso", resumió

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  • Guatemala. -

Hastiados de una casta política que sustenta las viejas prácticas corruptas del pasado, miles de guatemaltecos salieron hoy a la calle en una protesta multitudinaria para exigir la renuncia de los diputados y del presidente, Jimmy Morales, además de reformas legales para lograr un cambio.

Bajo el lema "Limpiemos el país" y rodeados de decenas de ratas que simbolizaban a los políticos corruptos, los manifestantes, que llegaron a la Plaza de los indignados para teñir la capital de azul y blanco -los colores patrios-, colocaron una bandera negra a media asta en señal de duelo por la impunidad.

En una marcha festiva y pacífica que recordó a las que en 2015 lograron derrocar al anterior Gobierno, unas 80.000 personas solo en la capital y 148.000 en todo el país, según estimaciones preliminares de la Procuraduría de Derechos Humanos facilitadas a Efe, mostraron su repudio contra la corrupción.

"Los políticos siempre han hecho cagadas. Pero esto ya se sale de madre", declaró a Efe Rodolfo, un hombre de mediana edad que sostenía la pancarta "No necesito sexo, el Gobierno ya me jode a diario", mientras por un megáfono se empezaban a oír las exigencias.

Entre ellas están la "depuración y renuncia" de los diputados, máxime aquellos que intentaron aprobar unas reformas al Código Penal que favorecían la corrupción, la dimisión del presidente y la reactivación de la discusión en el Congreso del antejuicio contra Morales.

Esta medida, necesaria para quitarle el fuero al mandatario y que pueda ser investigado por un presunto delito de financiación electoral ilícita durante 2015, presumiblemente se discutirá mañana, jueves, durante una sesión plenaria.

En este sentido, el director de Acción Ciudadana, Manfredo Marroquín, dijo a Efe que es "casi un hecho" que el Organismo Legislativo levantará la inmunidad al mandatario porque quiere ser ahora "el epicentro de la crisis", y aunque se mostró optimista con una posible reforma a ley electoral, ve con escepticismo que los diputados renuncien como pide la ciudadanía.

"La depuración del Congreso la veo un poco difícil por los mecanismos legales que no están tan afinados para eso", resumió.

Pero a los manifestantes ya no les satisfacen solo dimisiones. Para no repetir los errores del pasado y lograr un cambio de 180 grados en la forma de hacer política, la ciudadanía, que también se aglutinó en varias ciudades del interior del país, exhortó al Organismo Legislativo a retomar las reformas a la ley Electoral y de Partidos Políticos para "reemplazar la tradicional clase política".

Esta marcha, que estuvo acompañada de un paro parcial de algunos comercios y actuaciones de varios artistas, reclamaba derechos básicos como trabajo, seguridad, educación y salud, por lo que pedían luchar "sin miedo" por la "primavera" guatemalteca a través de una convergencia nacional.

"El pueblo emputado, no tiene diputados", exclamaba otro grupo, rodeado de pancartas de Chimaltenango, Zacapa, Jalapa o Sacatepéquez, mientras otros pedían que se instaure una Asamblea Nacional Constituyente y Plurinacional para solventar una crisis que empezó el pasado mes de agosto.

Desde entonces, cuando Morales intentó expulsar del país al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, se han sucedido diversas movilizaciones, aunque la de hoy ha sido la más numerosa.

Según el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, Jordán Rodas, las manifestaciones, que él mismo supervisó en varios puntos y que se celebraron cuando Morales se encuentra fuera del país, se desarrollaron con normalidad y sin ningún incidente violento.

En medio de esta protesta, un grupo de organizaciones presentó en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) un antejuicio (desafuero) en contra de 107 diputados del Congreso de Guatemala que hace ocho días aprobaron reformas penales, una decisión que debieron anular horas después debido al rechazo generalizado de la población.

Esta crisis política e institucional se ha saldado con la renuncia de cuatro ministros y varios altos cargos que no veían posible seguir su agenda de trabajo en favor del desarrollo y el bienestar de los guatemaltecos.

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