Pensando ya como una gran ciudad

Más tiempo de la cuenta se ha llevado paralizado en el seno de la administración local el plan de movilidad diseñado para hacer de Jerez una ciudad accesible, pero ahora comienza a ponérsele fecha y a empezar a andar. Al menos eso es lo que se desprende de las declaraciones de ayer de la alcaldesa y de algunas medidas que se están adoptando desde el área de Movilidad. Las ideas están sobre la mesa hace tiempo, pero hace falta que la ciudad cambie su modo de pensar y actuar y se adapte a sus nuevas circunstancias, que son la que están haciendo de ella una gran ciudad, reconocida política pero también socialmente. La idea es, como ya se había decidido en anteriores gobiernos, extender la peatonalización por las calles del centro, de forma que éste sea mucho más cómodo para viandantes, turistas, compradores y vendedores. Ya lo han hecho hace años ciudades grandes y capitales de provincia y han ganado todos con ello, como en su día ocurrió con la calle Larga. Eso sí, para aceptarlo es necesario cambiar la mentalidad de todos, tanto de los ciudadanos como de los políticos, porque de nada servirá restringir el paso a los vehículos particulares si no se apuesta por una red eficiente de transporte público, e incluso si no se controlan los precios de los aparcamientos subterráneos. No basta con cambiar algunos recorridos, a la red de transporte público jerezano le hace falta una redistribución completa, adaptándola a las nuevas circunstancias (esto es muchos más barrios y habitantes por ellos que se han sumado al casco urbano) y a las nuevas necesidades creadas. Si se siguen manteniendo frecuencias de paso superiores a los 20 minutos y unas horas de regreso del último autobús tan tempranas por la noche, inclusos los fines de semana, se hará un flaco favor al centro. De lo contrario,  todos, incluida la salud ambiental de la ciudad, saldrán ganando.