Supuestos guerrilleros del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) lanzaron esta madrugada una nueva oleada de ataques contra diferentes unidades de las fuerzas de seguridad turcas, que causaron numerosos heridos.
Según informa la emisora de noticias CNNTürk, el PKK atacó una brigada de gendarmería con un minibús lleno de explosivos en la provincia de Tuncelo, en el este del país.
Un sargento y una mujer resultaron heridos cuando un hombre se acercó a la entrada del recinto de la gendarmería en la ciudad de Pulumur y salió del vehículo disparando contra los guardias.
Al huir del lugar, el minibús fue detonado mediante control remoto.
En otro incidente, en la provincia de Bingol, más al sureste del país, supuestos rebeldes del PKK atacaron la estación de gendarmería de Yeni Yazi con un lanzagranadas y con rifles de larga distancia.
Un sargento resultó herido en este incidente.
En Diyarbakir, capital de las provincias kurdas de Turquía, un vehículos blindado de la policía fue alcanzado por un misil y dos policías fueron heridos.
Al mismo tiempo, una autopista que une Diyarbakir con Bingol fue cortada por un grupo guerrillero anoche para controlar las identidades de los pasajeros.
Un soldado que iba a civil fue secuestrado por el PKK, informa CNNTürk.
Mientras tanto, en la provincia de Hakkari, fronteriza con Irán e Irak, varias unidades de la policía que patrullaban la zona fueron atacadas, aunque estos tiroteos no causaron víctimas.
Los enfrentamientos entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas se intensificaron en las últimas semanas tras el final de un alto de fuego rebelde que había durado más de dos semanas.
Más de treinta miembros de las fuerzas del orden turcas murieron en estos incidentes, mientras que el ejército turco asegura haber "eliminado" a unos 400 guerrilleros en diversos bombardeos y operativos militares.
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, señaló anoche que las acciones del ejército no son temporales sino que continuarán "hasta el final".
