Estados Unidos advirtió hoy de que los yihadistas del Estado Islámico (EI) son "mucho más que un grupo terrorista" y aseguró que valora "todas las opciones" para acabar con ellos pese a las amenazas de los radicales encarnadas en el cruel asesinato del periodista estadounidense James Foley.
"El Estado Islámico es mucho más que un grupo terrorista. Son sofisticados, tienen una sólida estrategia y están tremendamente bien financiados", afirmó hoy el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, en rueda de prensa.
Hagel, quien reiteró la intención de la Administración Obama de establecer una operación "a largo plazo", explicó que esto se debe a que el EI no puede ser considerado una amenaza pasajera, por lo que Estados Unidos continúa barajando cualquier opción para detener a los extremistas islámicos.
"La evidencia es clara, el Estado Islámico es bárbaro. Son una amenaza inminente", admitió Hagel ante los periodistas tras ofrecer sus condolencias a la familia del reportero, de 40 años, cuya decapitación fue publicada en internet por los miembros de la yihad para advertir al Gobierno estadounidense por los ataques que está llevando a cabo contra ellos en el Kurdistán iraquí.
Sin embargo, como ya advirtiera este miércoles el presidente estadounidense, Barack Obama, el Pentágono ejecutó hoy una nueva serie de bombardeos selectivos contra las posiciones del EI en Irak pese al brutal asesinato del reportero y las amenazas que los terroristas vertieron sobre las vidas de los rehenes extranjeros que aún están en su poder.
Los seis ataques aéreos que tuvieron lugar hoy cerca de la presa de Mosul, fueron llevados a cabo con cazabombarderos y "destruyeron o dañaron tres vehículos militares multipropósito (Humvees) y múltiples emplazamientos de artefactos explosivos de EI", según informó el Mando Central estadounidense.
En este sentido, la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, recordó que Estados Unidos "no hace concesiones a terroristas ni paga rescates", por lo que descartó que el Gobierno estadounidense vaya a ceder tras la muerte del periodista.
Según el GlobalPost, medio para el que colaboraba Foley, secuestrado en Siria desde 2012, los yihadistas pidieron en un principio 100 millones de euros (132,5 millones de dólares) por su liberación.
En el vídeo publicado este martes por los extremistas, el también fotógrafo se despide de su familia y acusa al Gobierno estadounidense de ser el responsable de su ejecución por la reciente intervención en Irak, donde el Pentágono lleva más de una semana de ataques "selectivos" sobre posiciones del EI en el norte del país.
Entre los secuestrados está el también estadounidense Steven Sotloff, que además aparece en la grabación del asesinato del reportero y al que EI amenaza con matar si EE.UU. continúa sus ataques en Irak.
Asimismo, Hagel dijo que el avance del EI pude contenerse "pero no de manera perpetua" e insistió en que debe ser "derrotado" para salvaguardar la integridad de la región así como al personal y las instalaciones estadounidenses en la zona.
El jefe del Pentágono se refirió también a la operación fallida de rescate que revelaron la pasada noche y en la que confirmó que preveían rescatar a varios de los rehenes que los islamistas tienen cautivos en la región, incluido Foley.
Preguntado por los riesgos de la misión de rescate así como por su desclasificación, Hagel dijo que hacer partícipe a la opinión pública y a las familias de los secuestrados de lo acontecido fue una "decisión unánime" dentro del Gobierno, y subrayó que en ningún momento se han dado detalles del dispositivo.
"Fue una decisión de la Administración abordar (que había tenido lugar) esta misión, reconociendo que en cada acción o inacción que tomamos siempre hay riesgos", aseveró el secretario de Defensa.
Desde el pasado 8 de agosto, EE.UU. ha llevado a cabo un total de 90 ataques en el norte de Irak, 57 de ellos en apoyo de las fuerzas iraquíes y kurdas que combaten a EI cerca de la estratégica presa de Mosul.
El apoyo aéreo estadounidense ha permitido a las autoridades locales recuperar varias ciudades que habían sido tomadas por los yihadistas, así como romper el cerco que extendieron sobre decenas de miles de personas pertenecientes a las minorías étnicas y religiosas que habitan en la zona.