El Gobierno japonés ha autorizado secretamente a uno de sus destructores Aegis que intercepte cualquier tipo de misil procedente de Corea del Norte tras las pruebas con proyectiles de corto y medio alcance que Pyongyang ha efectuado en las últimas semanas.
La orden, procedente del ministro de Defensa, Itsunori Onodera, no ha sido hecha pública para que no afecte a la reanudación de las primeras conversaciones diplomáticas entre Japón y Corea del Norte en doce meses.
Sin embargo, fuentes del Gobierno nipón han conformado que el ministro ha aprobado la iniciativa por un período desde el pasado 3 de abril hasta el 25 de este mes, aunque de momento no contempla tomar medidas más agresivas, como el despliegue de baterías de misiles Patriot.
El lanzamiento de los Rodong, que cuentan con una autonomía de 1.300 kilómetros, son interpretados por la comunidad internacional como un gesto de desafío de Corea del Norte, pero el régimen norcoreano asegura por contra que son simples ensayos militares con propósito defensivo.