El mes de octubre de 2009 pasará a la historia económica de España. El paro ha subido en casi 193.000 personas, el mayor aumento mensual de todas las registradas
El mes de octubre de 2009 pasará a la historia económica de España. El paro ha subido en casi 193.000 personas, el mayor aumento mensual de todas las registradas jamás en España. Y para la provincia no se escapa. Hay más de 10.000 desempleados nuevos en las listas del SAE para registrarse 139.546 parados. Muchos más que la población oficial de la capital gaditana. En Jerez la cifra se puede calificar de sangría. Ni los nuevos parados de Cádiz (856) y El Puerto (839) suman lo registrado en Jerez (1.763). Un desastre sin paliativos para la provincia. Ni con el cierre de Delphi se vivió semejante catástrofe en el marco de la Bahía de Cádiz. Y la reflexión que se debe hacer hoy, cuando en ciudades como Cádiz el 10% de la población total, no la activa, sino la total, está en paro, no es la de recriminar los hecho o dicho por unos u otros.
Si alcanzar más de 2,8 millones de parados no sirve para hacer borrón y cuenta nueva, para que no se vuelvan a sacar titulares referentes al presidente en el que prometía el pleno empleo, para que no se vuelva a culpar a Aznar de todos los males actuales, es porque la clase dirigente necesita un escarmiento o un millón más de desempleados para darse cuenta de que el país está viviendo una auténtica tragedia.
Muchas familias recurren ya a los comedores sociales y muchos pensionistas pasan hambre antes de pedir ayuda porque nunca lo han hecho. Y el panorma actual va a empeorar. Hay que recordar ahora mismo que sólo con los ERE anunciados por las grandes marcas de coches se quedarán en la calle otras decenas de miles de personas, a las que se sumarán los trabajadores de las empresas auxiliares que viven de estas multinacionales.
Ha habido muchos momentos para tomar medidas. Lo reconocía el comisario de Economía en Bruselas, Joaquín Almunia, que auguraba el segundo peor panorama para España. Deben terminarse las políticas de propaganda, de rechazar la mayor y culpar a los demás. Si este equipo económico no cambia las situación, el presidente tiene que buscar nuevas ideas con nuevos nombres. El país no quiere a personas que no crean que se pueda hacer nada más, como el ministro de Economía. Nadie busca al responsable de los males sino al de las soluciones.