El Parlamento de Grecia ha aprobado a última hora del domingo, con el apoyo de los tres partidos políticos de la coalición gubernamental, los presupuestos generales de 2013, que contemplan un recorte del gasto público de 9.400 millones de euros, de acuerdo con las exigencias de la 'troika', formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea.
Las cuentas públicas para el próximo año han salido adelante con el voto favorable de 167 de los 300 legisladores griegos, gracias al respaldo unánime de los tres partidos políticos de la coalición gubernamental: Nueva Democracia, Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) e Izquierda Democrática.
El presupuesto general para 2013 contempla una reducción del gasto público de 9.400 millones de euros, que proceden en su mayoría de la partida de pensiones, que se ha recortado en un 15 por ciento, y de la de salarios de empleados públicos, de donde han salido 1.200 millones de euros.
Además, prevén un ajuste del déficit presupuestario desde el 6,6 por ciento de 2012 hasta el 5,2 por ciento en el próximo año. No obstante, una vez descontados los intereses del pago de la deuda, las cuentas públicas arrojan por primera vez en décadas un tímido superávit.
La balanza de ingresos y gastos prevé también un aumento de la deuda pública hasta los 346.000 millones de euros, lo que equivale al 190 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), un 15 por ciento más que en el año en curso.
Fuentes de la Unión Europea (UE) han explicado que ello supone que Grecia no conseguirá reducir su deuda pública al 120 por ciento del PIB para 2020, como pretendía la 'troika', por lo que en Bruselas ya se están estudiando medidas para corregir esta cifra.
Con todo ello, la economía griega se contraerá en 2013 alrededor de un 4,5 por ciento, con lo que suma ya su sexto año consecutivo en recesión, de acuerdo con las previsiones plasmadas en las cuentas públicas.
El recorte del gasto público cumple con las expectativas de la 'troika', por lo que se espera que los presupuestos generales sirvan para ampliar dos años el plazo para alcanzar la meta del déficit, situada en el tres por ciento, y para desbloquear el siguiente tramo de la ayuda pactada.
"EL ÚLTIMO SACRIFICIO"
Antes de que se llevara a cabo la votación parlamentaria, el primer ministro, Antonis Samaras, ha asegurado que "los sacrificios incluidos en los presupuestos generales son los últimos". "Vamos a empezar a corregir las injusticias que contienen, una vez que eliminemos el déficit", ha prometido.
La oposición se ha mostrado escéptica y ha acusado al Gobierno de seguir los dictados de Berlín, aunque vayan contra los intereses de Atenas. "(La canciller alemana, Angela) Merkel tiene su propio plan para Europa: quiere convertir a Grecia en una colonia deudora y al sur en una zona económica especial de mano de obra barata", ha advertido el líder de SYRIZA, Alexis Tsipras"
MANIFESTACIÓN ANTE EL PARLAMENTO
Mientras se votaban las cuentas públicas para el próximo año, miles de personas --unas 13.000, según la Policía-- se han manifestado frente al Parlamento en contra de los presupuestos generales para 2013, atendiendo el llamamiento de los sindicatos y del Partido Comunista.
"Todas estas medidas nos hacen retroceder unos 50 años. Las pensiones y los salarios se recortan y mi vida se hace cada vez más dura", ha dicho a la agencia de noticias Reuters Thymios Marvitsas, de 75 años de edad, uno de los manifestantes.
Otros se han quejado de que el ajuste público recae únicamente sobre las clases medias y bajas, mientras que a las altas se les está permitiendo sacar sus capitales a fondos seguros en Suiza, según han revelado estudios recientes.
"Siempre es lo mismo. Los pobres pagan y nadie toca a los ricos ni a los evasores de impuestos. El invierno se acerca y no puedo permitirme calor", ha indicado en este sentido Angeliki Petropoulou, de 41 años de edad, otra manifestante.