Prosigue por buen y certero camino una nueva edición (y van tres) del programa “Palacio de Invierno” que Diputación Provincial pone en pie cuando se acercan las fechas navideñas, desde ese luminoso faro que es el Centro Cultural Baños Árabes, que un año más se transforma durante dos meses en el Palacete de las Artes Jiennenses, pues han sido y serán muchos de esos artistas paridos por esta provincia, los que tomen el protagonismo estos días. Cuando unos ofrecen alquitrán con el que tapar nuestra herencia y su ineptitud, resulta esperanzador al menos que una de nuestras administraciones se acuerde de impregnar de aire fresco y cultura el desamparado casco antiguo de la capital. Una programación diaria, variada y gratuita, que incluyen exposiciones, conciertos y recitales de diferentes estilos musicales, teatro, actividades infantiles como títeres, talleres y cuentacuentos, proyecciones o la posibilidad de poder escuchar música o asistir al milagro de una representación teatral en un sitio tan único y especial como es la Sala Templada de nuestros Baños Árabes, espacio que por unas horas consigue fusionar el patrimonio arquitectónico con otras expresiones artísticas. Al menos en estos dos meses nadie podrá mentar ya el recurrente: “en Jaén no hay ná”.
El pasado miércoles, dentro del ciclo organizado para conmemorar los 40 años de existencia de nuestros Ayuntamientos y Diputaciones Democráticas, el presentador y realizador jiennense Rafa Rus (con el historiador Miguel Conejero como eficaz apoyo en la presentación y posterior coloquio) proyectó su nuevo trabajo documental surgido como epílogo complementario a su didáctica serie sobre los avatares de la transición política democrática en nuestro terruño y que fuera emitida hace unos meses por Onda Jaén. Una eficaz radiografía de gran riqueza documental y testimonial, sobre esa política en pañales que empezó a surgir en nuestra provincia (por fortuna aún viven muchos de sus más activos actores). Los Arroyo, Palazón, Zarrías, Méndez, Fernandez Malo, López Carvajal, Leocadio o el aún senador Gabino Puche, que se estrenaban como mandatarios electos, dan fe con sus confesiones y anécdotas de ese complicado “arremangamiento” de camisa de todos los copartícipes que supuso la nueva aventura democrática, en la que cuarenta años después aún seguimos inmersos. Un magnífico viaje, de la mano de la máquina del tiempo de la imagen y la palabra, a ese Jaén de 1979 que por fin comenzaba a desprenderse de los grilletes franquistas.
