El juez ha empezado a llamar a implicados en la apertura, según los primeros indicios, sin licencia, del establecimiento Funky Buddah, en el entorno de la playa de El Pinillo y el Funny Beach. El club de playa ha estado abierto la mayor parte del verano, acumulando quejas vecinales y de grupos políticos. En el caso del Partido Socialista, remitieron un escrito al respecto a Fiscalía, que a su vez trasladó el tema al juzgado, lo que ha desembocado en la apertura de un proceso judicial.

El primero en pasar por el juzgado ha sido el concejal de Urbanismo Pablo Moro, y en días próximos cabe esperar que lo hagan profesionales vinculados a esta misma delegación municipal para esclarecer los hechos.