Piense en tiburones. Seguro que siente un escalofrío e irremediablemente le viene a la cabeza la banda sonora de la exitosa película de Spielberg de 1975. Desde entonces se pinta a estos escuálidos como auténticas máquinas de matar. Nada más lejos de la realidad. El especialista malagueño Francisco Pinto lleva años empeñado en desterrar los falsos mitos que el desconocimiento y la ciencia ficción han creado sobre ellos.
¿De dónde le viene su fascinación por los tiburones?
–Desde niño me apasionaba la lectura. Empecé a leer y con eso fui formándome. Ahora tengo en casa 82 monográficos, más que cualquier librería. Me fascinó que tienen siete sentidos. Además de vista, oído, olfato y gusto como el ser humano, tienen línea lateral, que les permite detectar vibraciones en el agua y ampolla de Lorenzini, para sentir la carga eléctrica de la presa.
¿El tiburón tiene una mala fama inmerecida?
–La gente solo conoce el sensacionalismo, las muertes y ataques o lo que nos cuentan en películas como Tiburón. El propio autor del libro Peter Benchley se disculpó porque exageró.
Siempre se ha dicho que son máquinas para matar...
–No, nada más hay que ver las estadísticas. En 2015 se produjeron 98 ataques en todo el mundo, de los que fallecieron 6 personas, mientras que nosotros matamos 100 millones de tiburones en el planeta cada año. A ver quién es el veradero depredador...
¿Cuáles son los grandes mitos sobre él?
–Va a ser difícil, prácticamente imposible cambiar la imagen que la sociedad tiene de ellos, pero es muy importante la labor de divulgación que hacemos. Muchos piensan que todos son carnívoros, cuando hay algunos que se alimentan de pequeños peces, cangrejos o, incluso, de plancton como el tiburón peregrino, que tiene ocho metros. O que atacan al ser humano, cuando no es así. Muchos ataques a surfistas son porque los confunden con leones marinos o focas, sus presas favoritas. La teoría ‘bite and spit’ dice que cuando muerden y comprueban que no tiene el aporte de grasa, los sueltan.En muy pocos casos ha seguido asestando otro ataque. Los datos muestran que no ha habido ataques a submarinistas con equipo autónomo.
¿Qué se siente al bucear con ellos?
–He buceado con 19 especies en cautividad y en alta mar en Kenia, el Caribe o Sudáfrica. La adrenalina te la pone a cien, pero no por miedo. Es como cuando se la da a un niño el juguete de Reyes.
Málaga es una zona de paso...
–Hemos llegado a clasificar hasta 35 especies, pero eso no quiere decir que haya riesgos. En 2008 en la playa del Morlaco se acercó una tintorera, con la playa a reventar, los bañistas lo primero que hicieron fue apedrearlo y apalearlo. En Benajarafe apareció una pequeña tintorera y también lo golpearon, lo grabaron en vídeo y mientras nadie hizo nada.
¿Son peligrosos o están peligro?
–Sin duda, en peligro por la sobrepesca. De las 480 especies que hay en todo el mundo, solo 10 están clasificadas como peligrosas. Desde el 1 de enero en nuestras costas está prohibido la captura también de las dos especies del tiburón zorro, de tiburón martillo, el marrajo y el cazón, el típico tiburón que tiene una amplia gastronomía.
Gastronomía
El tiburón está dentro de nuestra gastronomía, aunque muchos no lo sepan.
–Muchos todavía se sorprenden cuando les digo que están comiendo tiburón y hasta se lo enseño en un libro. Aquí es muy típico también el plato de caldito de pintarroja, que no está prohibida su pesca, aunque estoy luchando porque establezcan paros biológicos en las épocas reproductivas para evitar esquilmarlos. Los tiburones tienen pocas crías, algunas especies solo dos, y su periodo de crecimiento es muy lento.
En octubre representará a España en un congreso que reúne a los mayores expertos de la Unión Europea.
–Presentaré la investigación sobre la gastronomía del tiburón que he realizado en Andalucía, que prueba que sigue estando muy presente en nuestra cocina. También un estudio con 15.500 visitas que refleja la visión que tienen los escolares. Cómo muchos de ellos cuando nos visitan piensan que son una máquina de matar y a la salida tienen otra imagen completamente diferente. Siempre logro convertir a algunos.
Un consejo por si alguna vez nos topamos con uno...
–Si estás sumergido la probabilidad de ser atacado es ínfima. Cuando buceas, el ruido de las burbujas, les asusta. El riesgo aumenta en superficie. En última instancia, si intenta morder lo único que puedes hacer es darle un puñetazo en el hocico. Si ya te ha agarrado, meterle los dedos en los ojos, tiende a soltar. Pero, lo mejor, es no ir a una zona donde puedan tener presencia potencial. n
