Ha cambiado la nieve de Baqueira Beret, por la soleada playa de Málaga y un gran reto: reabrir las puertas del que en otra época fue todo un símbolo de la ciudad, y obra cumbre del arquitecto Fernando Guerrero Strachan. El madrileño Israel Martínez es el director del Gran Hotel Miramar que reabrirá sus puertas en 2016 gracias al impulso de la cadena Hoteles Santos como el primer hotel Cinco Estrellas Gran Lujo de la capital.
Inaugurado en 1926 por el mismísimo rey Alfonso XIII con el nombre de Hotel Príncipe de Asturias, el edificio, protegido como BIC y ubicado entre el Paseo de Reding y el Paseo Marítimo, bien puede presumir de un bagaje a su espalda. Ha sido primero hotel, después hospital en la Guerra Civil, luego de nuevo alojamiento hotelero que reunió durante algunas décadas a lo mejor de la sociedad malagueña y entre 1987 y 2007 palacio de justicia. “En la Costa del Sol hay grandes hoteles, pero pocos que puedan presumir de tener casi un siglo de historia, mantendremos el patio, los salones principales y elementos distintivos nazaríes conjugándolos en las habitaciones que serán vanguardistas”, avanza Martínez, que apuesta por la excelencia en el servicio como baluarte para estar a la altura del monumento.
Un reto difícil, el de conjugar vanguardia y tecnología con aquellas reminiscencias, detalles y testigos de una época dorada pasada de la ciudad. “Habrá tres líneas de habitaciones: árabe, modernista y mediterránea; no pretendemos hacer un monumento clásico pero sí fomentar todos esos elementos que nos hemos ido encontrando”, explica.
Málaga no puede estar mejor a nivel turístico. El resurgimiento de este emblema pondrá el broche de oro dando el salto de calidad a la oferta. “Estamos convencidos de que va a ser muy positivo, sentimos un compromiso muy fuerte con los malagueños, el Gran Hotel Miramar reúne una serie de requisitos no solo para ser un emblema en la ciudad, sino para ser un referente internacional”, vaticina Martínez. “Queremos que la primera persona que entre por la puerta viva una experiencia única en el hotel, ahí es donde voy a poner mis miras y donde más esfuerzo vamos a hacer desde Hoteles Santos”, promete. Joven, entusiasmado con su profesión, comprometido en sacar adelante una nueva página de la historia del Miramar. Buenos ingredientes para encabezar el que será un viejo atractivo al que sabrán sacar brillo.
Dormir como la realeza o Ava Gardner
Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Orson Welles, Jean Cocteau, Anthony Quinn, Ernest Hemingway, Carmen Sevilla, Lola Flores o Antonio Ordóñez. Son algunas de las personalidades que pasaron por el Hotel Miramar. Celebridades que han marcado la historia del edificio y cuyos pasos, ahora la cadena intenta reconstruir para conocer con certeza dónde descanso la actriz de La gata sobre el tejado o el autor de Por quién doblan las campanas.
“No hemos encontrado imágenes de cómo eran las habitaciones en 1926, cuando abrió como Hotel Príncipe de Asturias pero estamos indagando a través de fotografías y testimonios de allegados del arquitecto, de los muchos malagueños que trabajaron o se criaron allí para reunir toda esa historia, en qué espacios estuvieron alojados”, avanza, “desde que llegúe a Málaga la gente está deseando compartir sus recuerdos”. El objetivo no es otro que encuardenar esas anécdotas, historias y, por qué no, con el paso del tiempo, leyendas en un libro, ejemplar que se encontrarán los huéspedes. Un legado en la mesita de noche que a buen seguro supondrá otro atractivo más para el público.
Un lugar con encanto para celebraciones
En su época dorada, el Miramar era uno de los lugares preferidos para organizar eventos. Hoteles Santos quiere, de alguna forma, recuperar ese esplendor dorado en esta nueva etapa. Aquellos jardines o salones repletos de figuras destacadas de la sociedad malagueña. La noticia de su apertura ya ha despertado gran interés en la ciudad. “Aún no hemos lanzado acciones promocionales pero estamos sorprendidos del interés que ha despertado, muchos quieren hacer sus celebraciones y ni siquiera hemos abierto”, nos cuenta el director, “aunque su posición privilegiada frente al mar y sus grandes salones pueden hacer que todo el mundo se quiera casar en él, yo si me volviera a casar, lo haría allí”, bromea. Será una forma de relacionarse con la ciudad, de no perder ese vínculo con Málaga.
Personal malagueño
Una unión que también se materializará en el personal que a partir de 2016 se encargará de dar servicio. “Espero que podamos contratar una persona por cada habitación”, calcula, “aunque aún es pronto para hacer cálculos, según la época en que abramos así será la plantilla inicial”. Aunque aún sin definir, Israel tiene claro que quiere apostar y comprometerse con la ciudad. “Gran parte de los empleados tienen que ser malagueños y estoy seguro que encontraremos excelentes profesionales en la provincia, ese es nuestro compromiso; aunque algunos medios lo hayan anunciado, no será hasta el próximo mes de mayo cuando empecemos con la selección”, adelanta.
Los eventos y congresos, sector por el que la capital ha apostado con firmeza tampoco les será ajeno. Grandes citas ya han llamado a su puerta. Y es que con capacidad para hasta 700 personas y 15 grandes salones, sumará un importante equipamiento a la ciudad. “No podemos dar nombres pero haremos que Málaga y Miramar suene mucho”, concluye.
