Un 40% de los médicos de urgencias del Hospital Regional de Málaga ha secundado la huelga indefinida que arrancaba este martes, 26 de mayo, según ha explicado CSIF, el sindicato convocante. La nueva protesta persigue denunciar los descubiertos en la plantilla, y reivindicar el aumento de jornada laboral al cien por cien.
Un parón en el que no peligra, eso sí, la atención a los malagueños. Los servicios mínimos fijados son como en un fin de semana o festivo. Junto a la falta de voluntad negociadora de la dirección del centro, los propios sanitarios inciden en que la situación del hospital se traduce en aumento de horas de espera.
Desde CSIF, el presidente de sanidad Antonio Osorio insiste en la necesidad de equiparar la atención a la situación de población real de Málaga, mientras pone sobre la mesa otra de sus reivindicaciones: publicación anual de cuadrantes, jornadas que permitan conciliar la vida personal y cobertura adecuada a las puertas del verano.
Ésta ha sido la primera de las concentraciones que llevarán a cabo a las puertas del pabellón B de Carlos Haya a diario hasta que logren dar respuesta a sus reivindicaciones.