El Ayuntamiento de Málaga, la empresa Limasa y los trabajadores confían en que la reunión de este miércoles, que contará con la intervención del alcalde, Francisco de la Torre, permita desbloquear el conflicto laboral y evitar la huelga de limpieza, convocada a partir de la medianoche de este viernes.

   Esta noche, a partir de las 21.30 horas, a poco más de 24 horas del inicio de la huelga, se reanudarán las negociaciones en el Ayuntamiento de Málaga, después de las maratonianas reuniones de los dos últimos fines de semana, que no sirvieron, sin embargo, para acercar posturas. Y es que, aunque nadie quiere el paro en el servicio de limpieza, todos los intentos habidos hasta ahora para evitarlo han sido infructuosos.

   Según lo expresado tanto por el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, como por el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, el objetivo ha de ser consensuar una alternativa que permita conseguir el ahorro necesario.

   Ese acuerdo posibilitaría, además, no solo desconvocar la huelga, sino también anular el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), cuya presentación fue formalizada este pasado martes ante la Junta de Andalucía.

   Según el edil de Medio Ambiente, "no estamos tan lejos de conseguir ese ahorro de seis millones de euros". Por ello, ha hecho un llamamiento a la solidaridad para evitar una huelga que "a nadie interesa".

   Por su parte, Belmonte ha señalado que desde el comité de empresa "no solo tenemos esperanza en llegar a un acuerdo, sino que tenemos la intención de llegar a un acuerdo, pero no hoy, es algo que perseguimos desde el primer día de la negociación".

   En este punto, el representante sindical ha apelado de nuevo a "la voluntad de todos" para conseguir el ahorro necesario, ya que "no solamente puede conseguirse a nuestra costa".

ÚLTIMA PROPUESTA

   La última propuesta del Ayuntamiento pasaba, entre otros aspectos, por una reducción salarial del 1,65 por ciento, con congelación hasta el 31 de diciembre de 2016 de la antigüedad, a cambio de no eliminar la paga de productividad, que en enero de 2014 no experimentaría la subida prevista de unos 250 euros.

   Una alternativa rechazada por el comité de empresa, ya que se opone a que la vigencia del convenio sea hasta finales de 2016, defendiendo que se limite a 2013 y 2014. No obstante, contemplaría la posibilidad de incluir 2015 "si hubiera una contraprestación".