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Antonio Banderas: “Mi madre se enfadó cuando me vio morreándome con Imanol Arias”

Debutó con ‘Laberinto de Pasiones’ interpretando a un joven gay, eran los años 80 y España mantenía una mentalidad cerrada heredada del franquismo.

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  • Con sus primeras películas entendió que “había que agarrar los prejuicios y quitártelos como una chaqueta y dejarlos en la puerta del escenario”.
  • Con las películas de Almodóvar, él, su familia y país aprendieron que "el mundo está lleno de diversidad".
  • Esta mañana el Teatro del Soho CaixaBank ha abierto sus puertas a más de 800 jóvenes de Málaga, que han acudido a un encuentro con Banderas.

Un infarto en 2017 cambió a Antonio Banderas. Lo recuerda como “uno de los eventos más felices de mi vida”, porque fue lo que le hizo volver a Málaga y abrir el Teatro del Soho. “A veces la vida tiene esas cosas, te tiene que dar una patada o un puñetazo, para darte cuenta de dónde estás y de lo que uno quiere” y esa noche en Londres el actor lo vio claro, “tenía que que volver a casa, a Málaga, y hacer lo que quiero hacer”.

Almodóvar fue un catalizador de aquellos problemas morales que el país tenía e hizo mucho bien.

Él “no es” actor por el cine, sino que “fue un accidente de 125 películas”: “Yo quise ser actor por el teatro”. El teatro siempre le produjo un “escalofrío muy especial y me conmovía”, ha contado, porque le encantaba “ver a un grupo de personas contándole una historia a otro grupo, mientras reflexionaban, reían y se emocionaban, todo al mismo tiempo”.

Esta mañana el Teatro del Soho CaixaBank ha abierto sus puertas a más de 800 jóvenes de la ciudad de Málaga, que han acudido a un encuentro con Antonio Banderas, presidente del teatro, y Alessandra García, artista malagueña. Los estudiantes han asistido como público a un coloquio en el que Banderas sobre pasado, presente y futuro.

Sobre su pasado. Banderas ha hecho memoria para explicar cómo en sus primeros pasos profesionales tuvo que superar prejuicios, con la “ayuda” del mundo de la interpretación saltó “obstáculos ideológicos y a todos los niveles”.

“A mí me abrió muchísimo la mente el ligarme al trabajo que realicé con Pedro Almodóvar”, ha confesado. Banderas fue criado en una familia que tenía unas “coordenadas muy específicas de comportamiento, una familia católica y algo conservadora”, aunque, ha puntualizado, “eran abiertos, porque me dejaron hacer el camino que yo quise”.

En este punto ha contado una anécdota, bajo la atenta mirada de los 800 jóvenes. Debutó con ‘Laberinto de Pasiones’ interpretando a un joven gay. Eran los años 80, la España posfranquista, y no era fácil. “En aquellos momentos, era muy complicado por razones de moral, pero también por miedo a que te encasillaran o juzgaran por ese papel”, ha recordado, puntualizando que él “no tenía problemas con ello”, pero la educación de la época pesaba.

Pensó que su “madre le iba a matar” y “pasó, se enfadó cuando me vio morreándome con Imanol Arias”. Sin embargo, con este papel logró destruir prejuicios: “Pero no solamente yo, sino mi madre, padre, hermano, amigos, empezamos a entender que el mundo está lleno de gente diversa”. Almodóvar fue un “catalizador de aquellos problemas morales que el país tenía e hizo mucho bien”, ha destacado.

Con sus primeras películas entendió que “había que agarrar los prejuicios, sobre todo si te dedicabas al mundo del arte, y quitártelos como una chaqueta y dejarlos en la puerta del escenario”.

 

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