Cuando la afición salió de aquel 0-1 ante el Burgos en el día de mayor ambiente en La Rosaleda en el fútbol pospandemia, nadie espera más de este equipo. Había tocado fondo, sí, y eso era lo único bueno, además de la salvación matemática.
Desde aquel día, todo empezaba a encaminarse hacia una revolución que dejaría a muchos jugadores atrás. Un par de meses después de esa tormenta, el Málaga que queda ahora se parece muy poco al que terminó LaLiga paseándose en el Anxo Carro.
Han sido
muchas salidas, algunas esperadas y otras no tanto, las que han dado paso a los diez fichajes
más los “dos o tres” que faltarían por hacer, como confirmó el administrador judicial este mismo lunes. Dani Barrio, Dani Martín, Víctor Gómez, Braian Cufré, Lombán, Peybernes, Ismael Casas, Ismael Gutiérrez, Vadillo, Sekou Gassama, Jairo Samperio, Hicham, Calero, Brandon, Paulino, Cristo, Larrubia, Roberto y Kevin. Fueron 20 despedidas y alguna más por hacer, como la incógnita de Pablo Chavarría.
Los diez fichajes de este acelerado mercado estival han multiplicado las exigencias, pasando de la “supervivencia” al “
ascenso”. En ese cambio de paradigma, sobreviven los que zarparon el barco cuando estuvo a punto de naufragar: Luis Muñoz, Genaro, Escassi, Febas, Ramón, Jozabed, Juande, Javi Jiménez, Andrés Caro, Loren, Víctor Olmo y Dani Lorenzo. Se suman Haitam, Carlos López o Issa Fomba, del filial.
Un contexto que ha regenerado la ilusión en el malaguismo.
Los abonados superan ya los 14.500 (el año anterior apenas se superaron los 13.000) y la entidad confía en lograr 1,5 millones más -y un buen pico de la venta de Horta que tanto se hace de rogar- para fichar a dos guindas de gran calibre. El mercado de Segunda es siempre muy inquieto y se efectúan muchos movimientos.
El Málaga, sin duda, es de los que está sacando
sobresaliente en maniobrar en el mercado. Esos diez, de momento, lo colocan como
el segundo club que más ha fichado, solo por detrás del Cartagena (11). Precisamente el club con el que más interacción se tuvo: Rubén Castro y Álex Gallar, estrellas del efesé, acabaron de blanquiazul y Calero y Sadiku, en el Cartagena.
Los recién ascendidos
Albacete, Racing y Andorra se han reforzado con hasta nueve caras nuevas y hay equipos que han fichado poco, pero a lo grande, como el Granada con
José Callejón. Lo mejor es que, quizá, las bombas estén por llegar.