La playa de Sacaba sigue cerrada al baño después de la inundación que hubo el lunes por la tarde, causada por la rotura de una tubería. Los efectivos siguen trabajando en retirar el barro, pero hay muchos coches afectados y los vecinos reclaman ayuda de la administración. Esperan que los responsables se hagan cargo de los daños.
Un olor insoportable y lo que es peor, muchos coches llenos de barro en su interior y directos al taller o el desguace. Un panorama desolador, así lo describen los vecinos de Sacaba, cuando nos hemos acercado en la mañana del miércoles a la zona afectada. La rotura de una tubería por unas convirtió a esta zona en un lago de aguas fecales.
María Ruiz es una vecina afectada. “No nos dio a tiempo a llegar y cuando lo hicimos ya no pudimos sacar el coche. Las ruedas no se veían. El agua estancada llegaba hasta los faros”. Mientras atiende a este medio, una grúa se está llevando su vehículo a un taller.
“Esto era un caos. Fue un lunes por la tarde y la gente estaba trabajando. La policía ya estaba aquí cuando llegamos y el agua llegaba hasta la carretera, no se podía pasar. Para sacar el coche tuvieron que meterse hasta la cintura para sacarlo arrastrando”.
¿El olor? “Aquí no se podía estar, las mascarillas nos la volvimos a poner”, asegura Ruiz. “Es insoportable para la gente que vivimos aquí”, destaca Fernando Rueda, presidentes de la Asocación de Vecinos. A pocas persones les dio tiempo a quitarlo antes de que todo quedara anegado. Algunos de esos vehículos han quedado inservibles, asegura: “En 12 minutos tuvimos que sacar los coches que pudimos y muchos de ellos, desgraciadamente, están para llevarlos al desguace”.
“Estamos indignados con la situación. Es una cosa urgente. Se han perdido muchos coches. Esta mañana me esperaba que hubiera más efectivos limpiando. Hablaré con el alcalde porque hay que hacer un seguimiento. Ya no es solo por los vecinos, sino por los visitantes que tenemos en esta playa. Venir aquí, con niños chicos y mayores, no se puede”, reconoce.
Soluciones
Los afectados ya están en contacto con la empresa Verosa, con el seguro. Muchos de ellos ya están haciendo las gestiones. Emasa también se ha puesto en contacto con algunos afectados para el arreglo de los vehículos. “El problema es que a muchos vecinos les han dicho que tardarán dos o tres meses, es decir, todo el verano”, condena.
“Necesitamos ayuda de la administración. No sé cómo acabará esto, porque hoy te lo ponen muy bonito porque ha pasado, pero mañana empiezan con las comas, como siempre”. Confían en que no les dejen tirados.
Francisco Sánchez se libró por poco de la catástrofe. Su Mercedes blanco impoluto podría haber quedado anegado de aguas fecales. Está haciendo reformas en su casa de Sacaba y viene todos los días. El lunes por la tarde estaba trabajando y se escapó, literalmente. “Yo siempre aparco donde está ahora la zona embarrada. Por lo que he visto, me he librado de una buena”.
Él, como todos, exige que los responsables se hagan cargo de los daños. “Supongo que pondrán medios para solucionarlo. Si ahora va a haber más viviendas, urbanizaciones y demás… si las infraestructuras se quedan cortas y no ponen más medios el problema lo vamos a tener nosotros. Esto se puede prever ahora que estamos a tiempo”.