La rueda del mercado no para y el Málaga, esta vez, ha cumplido con uno de sus propósitos que más complicados se pusieron. El centrocampista catalán Aleix Febas (Lérida, 1996) ha llegado a un acuerdo para rescindir su contrato con el Mallorca y fichar por el Málaga hasta 2025.
Vino cedido, se hizo con minutos de importancia en la segunda vuelta de la reciente temporada y ahora es propiedad del club. La compra de Aleix Febas ha sido una operación que se ha cocinado a fuego lento en la dirección deportiva, que en principio manejaba una opción de compra de unos 350.000 euros, pero finalmente este lunes se ha hecho oficial que firma para las próximas tres campañas como agente libre, sin pagarle nada al Mallorca, y solo haciéndose cargo de su ficha.
Su gran rendimiento en los cinco meses como blanquiazul, en los que disputó 19 encuentros de LaLiga SmartBank, 16 de ellos como titular con dos goles y una asistencia, le ha valido para sentirse importante y "muy feliz" en su nueva casa, como ha repetido en varias ocasiones desde que llegara a La Rosaleda.
Desde el primer día, Febas era lo que se buscaba, ese jugador creador, rompedor de líneas, con calidad para tenerla y distribuirla y un nexo de unión necesario para los delanteros.
"Tras la finalización de la relación contractual con su anterior conjunto, el jugador cumple el deseo prolongar su unión con el Málaga", ha subrayado el club en un comunicado, en el que confirma que Febas estará ligado a la entidad hasta 2025 y al que agradece "por convertir este escudo" en el suyo propio. Movimiento inteligente, viendo su rendimiento inmediato en un contexto poco favorable.
Aún así, Guede no tiene cubierto su capricho de un mediapunta con la vuelta de Febas. Quiere un jugador más específico, con esa capacidad de filtrar un pase que nadie ve, un perfil de enganche diferencial en tres cuartos. La gente va ilusionándose cada vez más y solo es 4 de julio. Veremos como se desarrolla el largo mercado estival en el que, de momento, el malaguismo ve con buenos ojos en general.